Arar por devoción
Sueros de Cepeda celebra el concurso de arada y de destreza con el remolque y traslada su apoyo al niño de Mataporquera.
Uno de los concursantes empieza a abrir la parcela elegida para el certamen.
Los agricultores que ayer se subieron a los tractores en Sueros de Cepeda no lo hicieron por obligación ni trabajo. Ayer les motivaba la devoción y las ganas de demostrar su habilidad y saber hacer. Y es como cada año, desde hace aproximadamente 30, la localidad, con motivo de la festividad de San Isidro, patrón de los agricultores, volvió a convocar el concurso de arada, en el que participaron cerca de 70 personas, y de destreza con el remolque, al que se inscribieron una treintena. Agricultores cepedanos, pero también del Órbigo o Tierra de Campos se sumaron a esta fiesta en el campo de la Gándara para demostrar su arte al volante del tractor. Pero no sólo quien vive del campo se subió al vehículo pues el concurso se mantuvo abierto a todos aquellos que quisieron participar.
Uno de los organizadores y veteranos de este certamen, Cándido Dinis, miembro, además, de la comisión de fiestas de Sueros de Cepeda, que impulsa la cita, recordó como el primer año que se hizo se celebró con vacas, «luego fue evolucionando hasta los tractores», aseguró.
El mecanismo del evento es sencillo. Los participantes primero se inscriben y después van mostrando su habilidad. «El objetivo del concurso de arada es hacer el surco en línea recta y se valora la mejor traza y el mejor volteado», explicó Dinis. El recorrido suma unos 200 metros y es de ida y vuelta. Pero además, quienes quisieron pudieron demostrar su habilidad con el remolque ante la atenta mirada del numeroso público que se congregó en el campo. «En este caso se trata de sortear obstáculos en zig zag a lo largo de 150 metros y con un remolque de dos ejes», aseguró el organizador. Lo que se valoró en esta modalidad fue la realización del circuito en el menor tiempo posible, además de la destreza para cumplir con las maniobras.
El certamen estuvo abierto también para los más pequeños que quisieron participar acompañados de un adulto. Y es que el concurso no entiende de edad ni de sexo. Además, se convirtió en el escaparate ideal donde exhibir desde los tractores más modernos a auténticas reliquias.
La cita también sirvió para que algunos vecinos de Sueros de Cepeda y de otros pueblos cercanos llevaran hasta el campo su respaldo al niño de Mataporquera. Fueron varios los que acudieron con la camiseta naranja con un mensaje de apoyo al menor para que se reconsidere la decisión judicial de que se tenga que marchar a vivir con sus abuelos maternos, dejando la localidad.
