modernización del regadío
El Páramo Bajo exige a la Seiasa que cambie las tuberías con defecto de obra
Los regantes aportaron 16,6 millones a unas obras que suman 100 averías desde 2010.
Las obras de modernización de tres sectores del Páramo Bajo no han quedado bien. La comunidad de regantes no sabe si se trata de la calidad de las tuberías, de la ejecución de las obras o de la dirección de éstas, pero se remite a los resultados de una inversión en la que ha aportado el 30% del total: Desde que puso en marcha el regadío modernizado en 2010 se han producido 100 reventones, los últimos 12 este mismo año, «sin empezar a regar».
Los agricultores, cansados, ahogados por los créditos solicitado para la obra —afrontaron 16,6 millones como cofinanciadores de las obras— y la inversión en el amueblamiento de las parcelas (3.000 euros por hectárea) se enfrentan ahora a unos mayores costes de electricidad, al contratar tarifas que multiplican el consumo «hasta cuatro y cinco veces» para asegurar el riego tras unas averías que han mermado la eficiencia del sistema, lo que se suma al tarifazo eléctrico que asume el sector. Además deben hacer frente a las pérdidas en las parcelas que se anegan en cada explosión de tubería. Incluso se han llegado a asumir costes de reparaciones.
A la calle y a los tribunales
Aunque aún no hay aún un cálculo total de daños, ejemplifican hasta dónde puede llegar el desastre con las 16 hectáreas que perdió Carlos González, presidente del Jurado de Riego del Páramo Bajo, en una avería del año pasado que provocó pérdidas por importe de 15.000 euros. Cansados de negociaciones, reclaman una solución urgente a la Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias (Seiasa). Si no les ofrece una respuesta satisfactoria al problema antes de que el 15 de junio empiece la campaña de riego saldrán a la calle y acudirán a los tribunales.
El presidente de la Asociación de Regantes de la Cuenca del Esla (Aresla), Matías Llorente, manifestó el apoyo de esta organización al Páramo Bajo, miembro de la entidad. Llorente exigió a la Seiasa «que depure responsabilidades en las empresas que ejecutaron la modernización y en la dirección de obra, porque los regantes no han tenido nada que ver en la ejecución de las obras ni en su desarrollo».
Llorente solicitó para el Páramo Bajo unas obras «de calidad», al igual que las de la Margen Izquierda del Porma, donde «llevamos siete años trabajando sin que se haya producido ninguna avería, ningún reventón». Además, pidió a la Seiasa «que proceda como en otras partes de España, que cuando ha habido un problema de obra han levantado la tubería y han hecho una nueva. Y pedimos que esa obra nueva no tenga ningún coste adicional para los regantes y propietarios».
La comunidad de regantes considera que los parches de la Seiasa, con el argumento de «no hay dinero», son un derroche añ empeorar la situación de una obra que en 30 años no debería dar problemas.