Cerrar

PATRIMONIO LEONÉS

Secretos de palacio de Babia y Luna

La casa del parque abrirá sus puertas este mes para invitar al visitante a descrubrir toda la belleza y sigularidad de este paraje recogidas en los históricos muros de los Quiñones. Nada más entrar al palacio una maqueta reproduce la orografía del parque, simulando un glaciar que cambia de color, y situa al visitante en el punto exacto en el que se encuentra. Ahí comienza este viaje interactivo en el que va descubriendo los secretos que esconde el parque desde su punto más alto hasta los pueblos

Un mastín en bronce da la bienvenida al visitante en el Palacio de los Quiñones, del siglo XVI, sede actual de la casa del parque de Babia y Luna

Publicado por
MARÍA CARNERO | RIOLAGO DE BABIA
León

Creado:

Actualizado:

Con sus más de cuatro siglos de historia entre sus muros, el Palacio de los Quiñones de Riolago se reinventa para acoger un proyecto natural con el que por fin los habitantes de Babia y Luna van a poder mostrar al mundo toda la belleza y singularidad de este espacio natural, en puertas de convertirse en el próximo parque regional de Castilla y León.

La casa del parque de Babia y Luna abrirá sus puertas a finales de mes, después de un largo proceso de restauración del palacio, ubicado en pleno corazón del parque, en el que la Junta de Castilla y León ha invertido 781.000 euros, y de un minucioso trabajo, presupuestado en 125.690 euros, para museizar y acondicionar sus instalaciones.

El resultado es Los Secretos de Babia y Luna, un proyecto ideado por la empresa Iniciativas&Exposiciones S.A., y llevado a cabo por la Fundación Patrimonio Natural, con el que se trata de despertar la curiosidad del visitante a través de mensajes sugerentes, juegos y experiencias sensoriales con los que impulsar su necesidad de adentrarse en los impresionantes parajes y peculiares pueblos que integran este espacio natural, que es además Reserva de la Biosfera.

Nada más entrar a la planta baja, por la puerta principal, un enorme panel da la bienvenida a la exposición anunciando el título de la misma. A la derecha se encuentra el mostrador, desde el que se atenderán todas las demandas de los visitantes y se brindará toda la información del parque, y una pequeña tienda en la que se venderán productos locales. En este mismo espacio está una maqueta que a modo de glaciar ubica al visitante y le invita a adentrarse en este espacio natural.

Ya en la primera planta comienza el recorrido que parte de las zonas más altas del parque, sus montañas, continua por los ríos y las peñas y acaba en los pueblos. El hilo conductor de la exposición es el descubrimiento de los secretos y las curiosidades del parque. Para ello se une la tecnología led, que atrapa al visitante en los distintos paneles, juegos interactivos, para mantener su mente despierta, y un toque poético de la mano de Andrés Escapa, un escritor de la zona, que pone los textos a los distintos paneles de la exposición de un modo lírico y muy emotivo.

El primer panel representa los colores de Babia y Luna, para ello reproduce un calendario anual con los distintos tonos cromáticos más representativos de las distintas épocas del año. Las siluetas juegan un papel fundamental en toda la muestra, a la que aporta mucho misterio y despierta la curiosidad del visitante, al igual que los módulos titulados Sabias qué, con los que el visitante con sólo apretar un botón o abrir una caja descubre algo nuevo.

A través de estas siluetas se dibujan las altas montañas del parque, coronadas por Peña Ubiña, y se descubren algunos de los secretos que esconden, como los yacimientos de trilobites de la localidad de Mallo de Luna, o el hallazgo de un fósil de pino de más de 3.400 años de antigüedad, que demuestra la existencia de coníferas en la zona.

Después se hace un recorrido por las especies animales de la montaña que bajo el título Prisioneros de su entorno , muestran como animales tales como el rebeco o el alimoche viven en un encierro voluntario dentro de la Cordillera Cantábrica.

Ya en las peñas, la muestra refleja la importancia de la trashumancia en la zona, con una especial mención al lobo, sin entrar en la controversia social que genera, explicando como su presencia ha condicionado el manejo del ganado. En este apartado toma especial protagonismo el mastín, símbolo de Babia y Luna, y el perro carea.

También se habla del oso, y de su evolución en los últimos años, y de las sabinas, una especie arbórea que es todo un símbolo en la zona.

El recorrido acaba en los pueblos, de los que se destaca la arquitectura y su etnografía.

En esta misma planta se ha habilitado una sala, denominada Territorio humano , cuya finalidad es la provocación a través de la reflexión. Al adentrarse en ella, dos inmensos fotomontajes, de la prestigiosa artista Silvia Grav, invitan al visitante a reflexionar sobre la influencia del hombre en el medio ambiente. Por ello se recurre al embalse de Luna, y el efecto que su construcción tuvo sobre los pueblos que anegó, y un valle, que refleja como la actividad humana afecta a los bosques con árboles que se van.

Cargando contenidos...