San Justo de la Vega destina a la depuración el 9% de sus presupuestos

Entre los municipios pequeños que han estrenado depuradora recientemente el caso más problemático ha sido el de San Justo de la Vega. Como en otros municipios, los vecinos han visto cómo el recibo añadía una tarifa de depuración a la de abastecimiento que, en este caso, ha terminado en un contencioso administrativo de uno de los pueblos contra el Ayuntamiento, al considerar la cifra abusiva.

Pero el caso es que, con un presupuesto que ronda los 800.000 euros, los 70.000 que se recaudan no son suficientes para cubrir el 100% del coste de depuración, reconoció el alcalde, Avelino Vázquez, que indicó que las estimaciones se quedaron un poco cortas y que «no vamos a tocar la tasa mientras no se pronuncie el juzgado». La estación depuradora se lleva cerca de un 9% de unas cuentas municipales que destinan del 12 al 15% a inversiones reales, según los datos que facilitó el regidor.

En San Justo el recibo medio se sitúa entre los 80 y 100 euros, «en función del agua que se consuma, porque no pensamos que fuera justo establecer un canon igual para todos». El importe más alto en el municipio ha sido de 600 euros, de un vecino que gastó 1.116 metros cúbicos en un año (si la cantidad se multiplica por 1.000 resultan los litros gastados).

Gestión externa

Donde no resulta un lastre para el Ayuntamiento es en Valderas, que inauguró las instalaciones a finales del 2010. La alcaldesa, Silvia Blanco, explicó que la adjudicación de la gestión a una empresa externa libra a las arcas municipales de la instalación, aunque señala que los vecinos han tenido que afrontar «un coste que se ha sumado a la tasa de abastecimiento». El fijo del recibo son 17 euros, a los que se debe añadir el IVA, y la parte variable «depende del consumo». Blanco reconoce que entre cuantos más vecinos se reparte el gasto de depuración menor es la repercusión en el recibo «y aquí son 1.800 habitantes».