Diario de León

ECONOMÍA Y MEDIO AMBIENTE

La CHD propone una tasa solidaria que permita depurar a los pueblos pequeños y no los arruine

La autoridad de cuenca reconoce que adoptar la medida no es de su competencia

González Santos (de pie) dio a conocer la propuesta en una jornada en Hospital de Órbigo

González Santos (de pie) dio a conocer la propuesta en una jornada en Hospital de Órbigo

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A. DOMINGO | REDACCIÓN
León

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¿Están dispuestos los vecinos de los grandes núcleos de población a aportar poco más de 13 euros anuales para hacer posible que los pequeños pueblos depuren sus aguas sin arruinar a sus ayuntamientos?

La pregunta la plantea la Confederación Hidrográfica del Duero, dentro del Esquema de Temas Importantes (ETI) que tramita junto al plan hidrológico de la demarcación y la planteó ante un auditorio implicado con el medio rural, los regantes, en la presentación del borrador del ETI, en la sede del Sindicato Central de Regantes del Embalse de los Barrios de Luna, en Hospital de Órbigo.

El documento en el que trabaja la CHD, cuyo plazo de exposición pública finaliza el 30 de junio, plantea «establecer un mecanismo de financiación solidario para que todas las depuradoras, incluidas las de los municipios pequeños funcionen correctamente» o bien «incluir un canon unitario en la cuenca» con el mismo fin.

El jefe de la Oficina de Planificación Hidrológica de la CHD, Ángel González Santos, explicó en la jornada que el organismo de cuenca no tiene competencias para imponer estos sistemas, aunque sí la Junta de Castilla y León. En cualquier caso, explicó que mientras la depuración supone al ciudadano una cantidad relativamente pequeña en los grandes municipios, en los de menor tamaño supera la recaudación por servicio.

«Los primeros estudios apuntan a que un valor de 1,1 euros por habitante y mes podría ser suficiente. Esta alternativa permitiría que en 2021 se alcanzara el buen estado de todas las masas de agua afectadas por la presión de contaminación puntual derivada de los vertidos urbanos» —es decir, 13,20 euros por vecino y año—, apunta el esquema provisional.

La opción del canon de cuenca es más ambiciosa, ya que también plantea «auxiliar a los municipios de menor capacidad para que también se incluyeran las mejoras de eficiencia en la red de distribución». El borrador no lo cuantifica, pero una opción más ambiciosa también tiene un coste mayor.

La dispersión de la población, en la cuenca existen 5.025 núcleos de población con menos de 1.000 habitantes, «obliga a diseñar largas y complejas redes de distribución y saneamiento, o a la atomización de estaciones de depuración y potabilización, generando con ello un alto coste del servicio» y una de estas dos soluciones podría adoptarse para terminar con un problema que precisaba solución en el 2015 por imperativo de la Unión Europea y que no se cumplirá. «La finalización del Plan Nacional de Calidad de las Aguas requiere medidas financieras y normativas que permitan llevarlo a cabo, en un escenario de restricción económica», sentencia el documento de partida.

La nueva planificación tratará además de que los pequeños municipios cambien el abastecimiento mediante sondeo, el más generalizado en este tipo de localidades, por otros de aguas superficiales, para evitar problemas de contaminación y sobre-explotación. En la provincia sólo el arsénico en la cuenca del Tuerto y otras zonas aledañas afectan a estas aguas.

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