El Ayuntamiento y Aqualia inauguran la obra que mejora la calidad del agua

La Bañeza ya puede presumir de tener un agua equiparable a la que se vende embotellada. Así lo reconoció ayer David Rojo, responsable de Aqualia, la empresa que presta el servicio en la ciudad, y que acompañó al alcalde, José Miguel Palazuelo, que junto al concejal de Urbanismo, José Luis Fernández Montiel, y responsables de la compañía, inauguró las obras que se han desarrollado en la Estación de Tratamiento de Agua Potable (Etap) y que mejoran la calidad del agua. Unas actuaciones que han consistido en la construcción de un nuevo edificio en la planta compuesto por un sistema de filtración de agua a través de arena silícea, que permite la eliminación de la turbidez, y una posterior a través de carbono activado que termina con los olores y sabores que en ciertas épocas del año, como la primavera, empeoraban el agua. Además, este tratamiento «novedoso», como lo definió Rojo, acaba con los pesticidas y herbicidas que en momentos puntuales puede contener el agua, así como con las trazas de materia orgánica.

El responsable de Aqualia destacó el esfuerzo que se ha llevado a cabo y que se traduce en una inversión de 488.503 euros que es fruto de un convenio alcanzado con el Ayuntamiento hace aproximadamente año y medio cuando comenzaron las intervenciones y que priorizaba garantizar la calidad del agua. «Esperamos que con este sistema se den por finalizados los problemas de años anteriores», adelantó Rojo, que explicó que la filtración a través de arena silícea ya funciona y ahora se pondrá en marcha el carbono activado. No obstante, dentro del proyecto de la planta aún está pendiente la construcción de dos pozos de captación que, a pesar de haberlos solicitado en 2013, aún están a la espera de la autorización de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD).

Todo el sistema se gobierna con un moderno automatismo que permite el funcionamiento programado y la obtención de informes de operación y alarmas de funcionamiento. Así mismo, un nuevo depósito de agua de lavado contiene la reserva necesaria de líquido para efectuar todo el ciclo de tratamiento de manera continuada.

Por su parte, Palazuelo destacó que «estamos satisfechos porque el convenio está prácticamente cumplido en su totalidad» y explicó que «teníamos una obsesión por la calidad del agua». En este sentido el regidor señaló que aunque la planta es bastante nueva, la Junta acometió las obras hace apenas 5 años, «desde el principio observamos que había necesidades que no se habían cubierto tanto por las licitaciones a la baja como por las demoras en la ejecución que provocaron que el proyecto se quedara desfasado». Unas quejas que el Ayuntamiento trasladó a la institución autonómica en su momento pero «al ver que no obteníamos respuesta se decidió alcanzar el acuerdo con Aqualia», explicó el alcalde.

Otras actuaciones

Al margen de las actuaciones en la Etap, el convenio incluía otra serie de mejoras en algunos puntos de la ciudad. Intervenciones que suman otros 200.000 euros y que están finalizadas a falta de un nuevo emisario que comunique la calle Lepanto con la carretera nacional y que permitirá acabar con las inundaciones que se producen en la calle La Fuente.

Finalmente, para certificar localidad del agua, Palazuelo adelantó que de cara al verano se celebrará una cata, donde los vecinos probarán la que sale de la Etap y otra embotellada para demostrar que no se nota diferencia. Además, para dar a conocer la instalación y tratar de que los ciudadanos valoren el servicio, el Ayuntamiento y Aqualia pondrán en marcha una serie de visitas para los escolares y los jubilados que se desarrollarán durante el otoño.