TRIBUNALES
Dos años de cárcel para un vecino de Cistierna pillado con 57 kilos de hachís
El acusado ingresará en prisión al caerle un año más por tenencia ilícita de armas
Un vecino de Cistierna para el que el Ministerio Fiscal solicitaba seis años de prisión y 90.000 euros de multa por tráfico de drogas y otros dos años de prisión por tenencia ilícita de armas ha conseguido una importante reducción de sus penas por colaborar con la Policía en la resolución del caso.
La Audiencia Provincial de Badajoz le impuso el 28 de abril 2 años de cárcel y una multa de 40.000 euros por el primero de los delitos y uno más por el segundo, frente a los 4 años y los 90.000 euros impuestos a su compinche, al que también se le impuso la misma pena por la tenencia de la pistola.
Los hechos se remontan a los primeros días de octubre de 2012, cuando el cisterniense, de 40 años, y el ciudadano cubano se trasladaron al Puerto de Santamaría (Cádiz), donde «se proveyeron de un arma y distintas sustancias estupefacientes para trasladarlas a León», recoge el fallo.
Durante el trayecto de vuelta, el súbdito cubano viajaba en un vehículo ‘lanzadera’ para advertir al leonés, que transportaba la droga en otro automóvil, sobre la posible presencia policial en el camino y evitar que la droga fuese descubierta. Ante la presencia de un control de la Guardia Civil a la altura de Almendralejo en la Autovía de la Vía de la Plata (A-66), el de Cistierna abandonó ésta para alojarse en un hotel de la localidad pacense, en el que se registró el 7 de octubre de 2012.
A tiros en el hotel
Lejos de reanudarse horas después el transporte de la droga, el día 10 el personal del hotel avisa a la Policía Nacional de Almendralejo tras haber escuchado disparos en la habitación del cisterniense. Una vez allí, los agentes registraron la habitación, con el consentimiento de su inquilino, y el turismo que conducía. Fruto de la búsqueda, se incautaron de 56,946 kilos de hachís, que hubiera alcanzado un valor de 81.000 euros; 30,93 gramos de cocaína, por la que se hubieran obtenido 1.500 euros, y 88,69 gramos de éxtasis, cuya venta se estima en 1.600 euros.
A las sustancias se añade una pistola del calibre 7,65 «en perfecto estado de uso y conservación», seis casquillos y una cartucho correspondientes a las balas disparas y dos balas más. La policía también se incauta de émbolos y otros dispositivos para el prensado de la droga, otro para preparar ‘bellotas’ de estupefacientes y una máquina de vacío y bolsas para disponer las dosis individuales.
La Policía Nacional logró identificar y detener al cubano implicado en el caso «gracias a la colaboración» del cisterniense.
El leonés justificó su extraña estancia de tres días en el hotel ante el plenario de la sala en que los dos imputados «habían ‘robado’ la droga» a un socio del cubano, que, tras advertirle del control de carretera le había abandonado cuando «estaban ‘los dos juntos en esto’». El consumo de los estupefacientes que transportaba, unido al miedo que sintió al sentirse «perseguido y asustado —lo que es coherente con su explicación a cerca del modo en que ambos consiguieron la droga y la pistola—» motivaron los disparos en la habitación del hotel.
El otro condenado
La colaboración activa del leonés, contemplada en el Código Penal, permite a la sala aplicar una pena inferior en un grado a la prevista, atenuante que también se ha considerado en la imposición de la multa. Además, su testimonio ha permitido identificar a un tercero «como posible partícipe en hechos de tráfico de drogas». Por otra parte, impone al súbdito cubano 4 años de prisión y una multa de 90.000 euros por el delito de tráfico de drogas y un año por la tenencia ilícita del arma.