la custodia del niño de mataporquera
Julio se queda en Sueros de Cepeda
Los psicólogos desaconsejan que el menor abandone el pueblo pese a la orden de traslado de la jueza.
El tercer intento de ejecutar la sentencia de la Audiencia Provincial de Cantabria del pasado 5 de julio de 2013 que otorgó la custodia del niño de Mataporquera a sus abuelos maternos no llegó a ejecutarse. Agentes de la Policía Judicial acompañados por un psicólogo y un trabajador social de Cruz Roja se presentaron ayer en el domicilio actual del menor, en Sueros de Cepeda, a las 14.30 horas, como figuraba en la providencia de la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Reinosa para hacer efectivo el traslado del pequeño al punto de encuentro familiar y entregárselo a los abuelos maternos, vecinos de Villadangos del Páramo.
Pasadas las tres de la tarde los agentes y facultativos salieron de la vivienda sin el muchacho que por el momento se quedará en el pueblo, donde reside con sus tíos paternos desde el 2009 cuando la madre del pequeño acabó con la vida de su expareja y padre del menor en Mataporquera (Cantabria).
Dos vecinos y amigos de la familia explicaron tras la situación vivida que «tanto el psicólogo como el trabajador social aconsejaron que el pequeño, de 11 años, no abandonara el pueblo». «Nosotros vamos a seguir peleando para que Julio se quede de forma definitiva en Sueros de Cepeda», aseguraron.
Aunque la paralización de la ejecución de la sentencia es temporal, tras conocer que el menor se queda en la localidad cepedana un sonoro aplauso de los vecinos, que se concentraron a las puertas de la casa del niño para apoyarle y arroparle con pancartas y mensajes de apoyo, llenó el pueblo.
Tras conocer que el niño seguirá en Sueros, un tío del pequeño agradeció todo el apoyo mostrado por sus paisanos que se han volcado con el caso y mantendrán la recogida de firmas para que se escuche al menor y tratar de que la decisión judicial de un giro definitivo.
«Somos una única voz, la de Julio», explicó el portavoz vecinal, Miguel Ángel Álvarez, que reiteró que «la sentencia es injusta, está dictada desde la distancia y le está provocando un daño al niño dificil de reparar». Al hilo, el portavoz denunció que «ningún equipo psicosocial se ha preocupado de venir a Sueros de Cepeda y evaluar la situación de Julio, que aquí está perfectamente integrado». En el sentir general de los vecinos pesa la posibilidad de la ruptura afectiva que podría suponer la ejecución de la decisión judicial. «La sentencia no vela por el interés del menor», criticó este vecino, que además considera «escasa» la actuación de la Junta, que no se ha personado. «Podía haber hecho más».
En este sentido, la consejera de Familia de la institución autonómica, Milagros Marcos, explicó ayer que su departamento «no tiene competencia al tratarse de un menor que no tiene problemas de desprotección», aunque adelantó que «garantizaremos que el niño esté bien atendido. Haremos un seguimiento expreso en este caso».
Además, por petición del menor una vecina procedió a la lectura de una carta en la que el muchacho pide ayuda a los nuevos reyes «para poderme quedar en Sueros, que es mi pueblo y es donde quiero estar», según se recoge en el escrito.
Como se recordará, el menor es hijo de Valentín Fernández y Érika Alonso, que cumple una condena de 18 años de prisión por matar al padre del niño hace cinco años. En aquel entonces el Juzgado de Reinosa concedió la custodia a la tía paterna y ahora la sentencia de la Audiencia de Cantabria se la otorga a sus abuelos maternos. No obstante, esta decisión está recurrida en el Tribunal Supremo.
Puntos alternativos
Tras conocer que la entrega no se había producido, la abogada de los abuelos maternos, Charo Llamera, anunció que el lunes presentará ante el Juzgado de Reinosa un escrito en el que solicita que faculte a la familia materna del menor «a que contrate a un tercero que se encargue de realizar la entrega o bien que ésta tenga lugar en el Juzgado de Reinosa, dada la ineficacia que han mostrado los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado» en la ejecución de la sentencia. «Si la juez decreta que la tía se presente con el niño en Reinosa no le queda otro remedio que ir. En caso contrario, incurriría en una delito de desobediencia», añadió.
La abogada de familia subrayó que «tenemos razón, porque nos la ha dado la Audiencia Provincial de Cantabria» y añadió que los abuelos maternos de Julio «presentarán una denuncia» tras fracasar la tercera entrega fijada.