Una nueva marcha negra retoma la lucha por el cumplimiento del Plan del Carbón
Trabajadores de La Vasco y de Minerplan marchan hacia León el día en que se comunican 60 despidos.
Las carreteras leonesas presenciaron una nueva reivindicación por parte de los trabajadores de la minería local.
La marcha minera vuelve una vez más a pisar el asfalto leonés. Lo hacen para reivindicar una urgente solución para el sector cuyo futuro pende de un hilo.
Los trabajadores de la Hullera Vasco Leonesa junto a los miembros de la subcontrata Minerplan y las mujeres del carbón realizaron ayer una marcha minera desde La Robla hasta León.
A las nueve en punto de la mañana los mineros realizaban su partida de la localidad montañesa con la vista puesta en la capital y un único objetivo: luchar por su futuro.
«No al fin de la minería», «Minero hambriento, minero violento» o «En honor de los mineros fallecidos en la mina», fueron algunos de los lemas que se podían leer en las camisetas de los cerca de ochenta trabajadores participantes en la marcha.
Representanets de las dos principales empresas afectadas recorrieron unidos más de 25 kilómetros, pero lo hicieron en condiciones diferentes. Mientras que Minerplan recibió ayer mismo la notificación de sus despidos, la Hullera Vasco Leonsa sabe que volverá al tajo el próximo mes de agosto.
A pesar de las diferentes circunstancias de cada trabajador, todos luchan por una misma misión que pasa por el cumplimiento del Plan del Carbón y la quema de carbón nacional por parte de las eléctricas.
El presidente del comité de empresa de La Vasco, Miguel Sánchez, recordó que «Unión Fenosa, propietaria de la central térmica de La Robla, es la única eléctrica que no está adquiriendo carbón en toda la provincia, por lo que exigió a la misma el cumplimiento del actual plan que, de llevarse a cabo, sería una inyección de esperanza para los puestos de trabajo ahora tambaleantes».
Por su parte, Sócrates Fernández, presidente del comité de empresa de Minerplan, ha confirmado el despido de cerca de 60 trabajadores contratados eventualmente. Sin embargo, Sócrates confía en que «a partir del inicio del correspondiente expediente comiencen los contactos pertinentes con la Hullera Vasco Leonesa, quien debería hacerse cargo del trabajo de los 128 miembros de la subcontrata».
Arropados por sus familias y por el inestimable apoyo de las mujeres del carbón, los mineros llegaron a las cinco a la ciudad de León, donde realizaron un recorrido por sus calles hasta llegar a la Subdelegación del Gobierno.
Una vez alcanzado el destino final, los caminantes se concentraron frente al edificio gubernamental para exigir la readmisión de los más de 200 empleados afectados.
Más de un año después de que se iniciara el ERE que ha afectado a las plantillas de ambas empresas, sus trabajadores continúan con una lucha que, de no culminar con el cumplimiento de los «pactos rotos unilateralmente», conllevaría la desaparición total de las cuencas mineras.