Diario de León

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La Universidad de León cierra el curso de verano con una alusión a la memoria histórica

. El alcalde, Nicanor Sen, entregó los diplomas a los alumnos en la ceremonia de clausura.

Nicanor Sen con los alumnos y algunos profesores de este curso de verano.

Nicanor Sen con los alumnos y algunos profesores de este curso de verano.

Publicado por
JOSÉ Mª CAMPOS | CISTIERNA
León

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El alcalde de Cistierna, Nicanor Sen, clausuró el curso de verano que la Universidad de León (ULE) celebró en Cistierna y que llevaba por título «Historia y memoria de la transición. Luces y sombras en el proceso democrático español». Un total de 42 alumnos se dieron cita en este curso, que acoge la villa por sexto año. Sen espera que el ayuntamiento y la ULE sigan colaborando para que estos cursos tengan continuidad en próximos años.

Las últimas conferencias fueron ofrecidas por el abogado e investigador en historia contemporánea Jesús Castrillo, que habló «De la ley de reforma política a la Constitución de 1978. Los orígenes de la monarquía juancarlista» y por el profesor de historia contemporánea de la ULE y director de este curso, Javier Rodríguez, quien disertó sobre «La violencia política tras la muerte de Franco. La no transición del aparato represivo de la dictadura» y «Justicia transicional. Memoria y olvido de la víctimas del franquismo».

Lo terrible de la situación durante la posguerra fue que mientras los vencedores pudieron dedicarse plenamente a superar sus pérdidas, los derrotados física y moralmente y sus familias se vieron condenados al peor de los castigos: ser cautivos en su propia tierra, en su propio pueblo, en su propia casa, desposeídos de sus derechos y estigmatizados de por vida. El franquismo no incluyó en sus planes ni el perdón ni la reconciliación. Hasta el 31 de marzo de 1969 no se promulgó el decreto ley por el que se declararon prescritos todos los delitos cometidos con anterioridad al 1 de abril de 1939.

«Recuperar la memoria de las víctimas de la represión franquista como base de la ciudadanía democrática es un deber del Estado, afirma la calidad de la democracia y es una inversión de futuro porque no se debe de olvidar que la identidad se construye en buena medida con el material de la memoria», manifestó Javier Rodríguez

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