MEDIOAMBIENTE
La Junta autoriza la investigación de las fugas de agua que han dejado seco el lago de La Baña
Un equipo de geólogos tratará de explicar la sequía estival del espacio protegido
La Junta de Castilla y León ha autorizado a la Universidad de Salamanca para la elaboración de un estudio geológico que permita determinar las razones por las que el nivel de agua del lago de La Baña —situado en el municipio de Encinedo y declarado monumento natural— desciende alarmantemente durante el estío. Si bien el equipo de geólogos no tiene definida la fecha, el permiso de la Consejería de Fomento y Medio ambiente no determina un periodo para efectuar el estudio.
El equipo está formado por los geólogos de la Universidad de Salamanca —que financia el estudio— Gabriel Gutiérrez Alonso y el leonés Javier Fernández Lozano, que recibirán el apoyo del especialista de la Universidad de Barcelona Juanjo Ledo y sus colaboradores.
Fernández Lozano explicó que la investigación consistirá en un estudio geológico-geomorfológico en la zona para estudiar las principales estructuras tectónicas que podríanser las responsables de las pérdidas eventuales. Éstas «se corresponden con fallas de orientación noroeste-suroeste a lo largo del flanco sur del sinclinal de Truchas, similares a las estructuras tectónicas que se encuentran más al suroeste, hacia el Parque Natural del Lago de Sanabria», explicó el científico. La posible intersección de las fallas «coincide con la tesis de la Universidad de León según la cual el cerramiento del lago es producto de un deslizamiento del terreno y no la morrena de un glaciar, y, además, en la intersección de las fallas existe una mayor posibilidad de que haya porosidades».
Las pérdidas de agua que se registran desde hace algunos años al final del verano puede haberse producido «al moverse los cantos de la cerrada, a consecuencia de la actividad minera de la zona —la extracción de pizarra— o bien deberse a causas naturales». El geólogo apunta la alta impermeabilidad de la pizarra y «de las arcillas de decantación que se depositan en el fondo del lago y lo sellan».
Un perfil tridimensional
Con el fin de responder a la cuestión, el equipo de Salamanca y Barcelona elaborará «una cartografía geológica en detalle, para estudiar las fallas y otras estructuras para poder planificar adecuadamente el estudio geofísico». A continuación, «la estructura general del lago que obtengamos nos dirá dónde colocar los perfiles», que, por un procedimiento electro-magnético, facilitará la reconstrucción del perfil hidráulico del lago en tres dimensiones y así poder conocer por dónde se pierde el agua y qué soluciones pueden aplicarse». Es aquí donde interviene la universidad de Barcelona, «que posee el equipo necesario y la experiencia» para realizar los perfiles, un procedimiento que permite ‘ver’ bajo la superficie del terreno gracias a los electrodos introducidos en la tierra con estacas. «A mayor distancia entre los electrodos, la observación es más profunda, aunque de menor definición. Si por el contrario éstos se sitúan cerca, vemos con mayor detalle, pero perdemos profundidad», detalló el geólogo leonés.
La conductividad de las ondas electromagnéticas no sólo permite obtener el perfil del fondo del lago, sino también la presencia del agua allá por dónde se produzca la pérdida.
Terminada la segunda fase se describirá el problema y se aportarán soluciones, pero la financiación del programa no llega más allá. «Para continuar el estudio necesitaríamos que la Junta de Castilla y León, la Diputación y otras entidades se implicaran en la financiación».
Fernández Lozano apuntó que en su autorización la Junta añade que a los trabajos descritos, para los que se solicitó el permiso, se añada también un estudio hidrológico de la zona, cabecera del río Cabrera.