ACCIDENTE EN LA MONTAÑA
Tres guardias civiles mueren al estrellarse su helicóptero en un rescate de alto riesgo para salvar a un participante de un raid nocturno en la montaña
Las aspas del helicóptero chocaron contra una de las paredes del pico La Polinosa cuando estaban a punto de subir la camilla con el herido
La niebla que cubrió durante toda la noche el pico La Polinosa, en el Macizo del Mampodre, en Maraña, se había levantado ya cuando comenzó la operación de rescate.
El aviso se había dado de madrugada. Un deportista estaba inmovilizado en la montaña. Se había roto el tobillo al intentar el ascenso a La Polinosa, una cumbre de 2.155 metros. Junto con otros dos participantes, el joven coruñés formaba parte de un equipo de élite que participaba en el XIII Raid Picos de Europa, una prueba de las llamadas 'non stop' organizada por el Club La Brújula de Orientación que comenzó el sábado a las 9 de la mañana y deberían haber terminado los tres juntos antes de las 4 de la tarde de ayer. El raid, que incluía la competición durante la noche, tocaba La Polinosa. El equipo debía bajar con una fotografía como prueba.
En lugar de foto, hubo una llamada. Al servicio de Emergencias de Castilla y León. Uno de los compañeros se quedó con el herido en la montaña y el otro bajó para pedir ayuda. El 112 puso en marcha la operación de rescate. A las 8.15 de la mañana, el helicóptero de la Guardia Civil con dos pilotos experimentados y dos especialistas en rescate en alta montaña y lugares de difícil acceso llegó al punto donde se encontraba el deportista inmovilizado.
A tierra bajaron el guardia civil especialista en Montaña José Martínez Conejo y el sargento jefe del Greim de Sabero, Enrique Ferrero. En el helicóptero quedaron el capitán Emilio Pérez Peláez y el teniente Marcos Antonio Benito Rodríguez, ambos experimentados pilotos de la Guardia Civil.
Ferrero y Conejo descendieron por el cable-guía y dieron los primeros auxilios al herido. Con el deportista inmovilizado en la camilla, Conejo regresó al helicóptero y comenzó a izar la camilla. En ese momento, las aspas del helicóptero chocaron contra la montaña y el aparato de desplomó y cayó envuelto en llamas 200 metros. Los dos pilotos y el guardia civil Martínez Conejo fallecieron en el acto. Eran las 9 en punto de la mañana. En La Polinosa hubo otra llamada a Emergencias. Esta vez del sargento Ferrero informando de la tragedia. El 112 montó un dispositivo con 30 personas, helicópteros medicalizados y ambulancias. El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, emprendió viaje a León. Mientras, miembros del Greim de Sabero y Potes rescataron al herido y emprendieron la tarea de recuperar los cuerpos de sus tres compañeros. El guardia civil superviviente se negó a ser atendido y trasladado a un hospital. En su lugar, se puso a participar en la labores de rescate. Hoy, Ferrero recibirá, junto a los tres guardias civiles muertos, la Medalla al Mérito de la Guardia Civil con Distintivo Rojo y de la Cruz de Oro de Protección Civil con Distintivo Rojo. Se la impondrá el ministro en los funerales que se celebrarán a las 5 de la tarde en la Catedral.
La Guardia Civil y los equipos de rescate pierden a tres profesionales expresamente formados para operaciones de alto riesgo en la montaña: el capitán Emilio Pérez Peláez (nacido en San Pedro de Ceque, Zamora, de 55 años), el teniente Marcos Antonio Benito Rodríguez (natural de Madrid, de 49 años) y el especialista en montaña, José Martínez Conejo (nacido en Laguna de Negrillos, de 47 años).
En la Comandancia de León, el ministro del Interior se reunió con los compañeros de los fallecidos. En el patio, el sargento Ferrero recibió la llamada del rey. Felipe VI destacó la labor humanitaria realizada por el equipo y lamentó profundamente la muerte de los tres agentes.
Jorge Fernández Díaz, descartó que existieran incidencias meteorológicas en el accidente del helicóptero de Maraña. El ministro, que comparecó en la Comandancia de la Guardia Civil de León ante los medios de comunicación, aseguró que el sargento Enrique Ferrero, que formaba parte del operativo de rescate y que resultó ileso, declaró que "las condiciones eran buenas" durante la operación.
"Estas cosas pasan por desgracia cuando se trabaja en condiciones de riesgo", declaró el ministro que, además, ha anunciado la apertura de una investigación judicial "al margen de las investigaciones técnicas" para esclarecer los hechos del suceso durante el rescate de un montañero en Pico La Polinosa.
El ministro del Interior ha recordado que los tres fallecidos eran agentes "muy experimentados" y con "miles de horas de vuelo", por lo que se ha perdido a "tres magníficos profesionales" en rescates de montaña. Jorge Fernández Díaz ha trasladado a la Guardia Civil de León y a los familiares de los involucrados las condolencias del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, así como del rey Felipe VI que, según ha dicho, se ha "interesado de manera muy especial" por el suceso.
"La Guardia Civil pone de manifiesto una vez más el motivo por el que los españoles admiran y quieren tanto a este cuerpo", que en esta jornada de domingo, ha realizado un "acto de servicio humanitario" en el que han perdido la vida tres agentes del Grupo de Rescate de Montaña.
Ha recordado que desde hace diez años no se producía un accidente de este tipo en el que fallecieran agentes de la Guardia Civil, algo que "forma parte de un servicio tan arriesgado", por lo que "hay que agradecer el trabajo que hacen para la convivencia en paz y libertad".
El deportista fue operado del tobillo en el Hospital de Arriondas.
De noche, los cuerpos de los tres guardias fallecidos salían del Anatómico Forense de León hacia el cuartel de la Guardia Civil. Una cerrada ovación recibió los féretros en medio del dolor de sus familias y la emoción de Ferrero, el guardia civil que sobrevivió a la tragedia.