INFRAESTRUCTURAS
«El trasvase Órbigo-Tuerto es posible si se moderniza el Canal de Villares»
El sindicato del Luna informó que sólo cedería agua si lo permitían sus reservas
Los 14 kilómetros de acequia que la Seiasa del Norte construyó para regar 1.200 hectáreas dependientes del pantano de Villameca con agua del Órbigo serían viables «si estuviera modernizado el Canal de Villares», según explicó ayer el presidente del Sindicato Central de Regantes del embalse de los Barrios de Luna, Ángel González Quintanilla. Como se recordará, 14 kilómetros de acequia, instalados entre Estébanez de la Calzada (municipio de Villarejo de Órbigo) y Toral de Fondo (en Riego de la Vega) no se utilizan pese a los 2,23 millones de euros invertidos en una obra que se adjudicó en 2002.
Desde el sindicato central «apuntamos en su momento que no teníamos inconveniente en dar agua siempre que dispusiéramos de reserva. Y eso en una zona regable deficitaria resultaba imposible. Si un día se construyen las balsas de regulación del Órbigo quizá fuera posible», apuntó Quintanilla. Para el presidente de la entidad que agrupa a los regantes del Órbigo, el proyecto intentaba «aprovechar las escorrentías del Canal de Villares» para regar el bajo Tuerto, pero el primero «tiene un canal y unas acequias en muy mal estado. Si los regadíos del Canal de Villares se modernizaran podrían dar agua a Villameca. Pero si no quieren hacer la modernización no hay de dónde sacar el agua». Un recorrido por el canal basta para ver que en algunos puntos el agua se ha comido el hormigón.
Por otra parte, el presidente del sindicato y de la Asociación de Comunidades de Regantes de la Cuenca del Duero (Ferduero) destacó que el canal «tiene problemas para regar las primeras 300 hectáreas, ya que en cabecera precisa de una elevación mecánica, que mueve la fuerza del agua, y les obliga a llevar muy lleno el canal».
El pantano de Villagatón
Con respecto al cierre del pantano de Villagatón, que aumentaría las reservas del Tuerto, González Quintanilla, reconoció que su puesta en servicio «puede ayudar» a paliar los problemas de agua en el curso bajo del río Tuerto, «pero su puesta en marcha está encontrando problemas: el Sindicato de Regantes de Villameca quiere saber cuánta agua le va a quedar porque la presa tiene unos costes de explotación que debe afrontar y, en función del servicio que finalmente reciba, quizá no le compense. Además no se han pagado las expropiaciones de los terrenos y las tendrían que asumir los regantes».
Quintanilla reconoce que existe sintonía entre «la junta de Castilla y León, propietaria de la presa, y la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) y, pese al informe negativo de la Abogacía del Estado para que la CHD asume la infraestructura, siempre puede encontrase una solución. El problema es el coste de mantenimiento de Villagatón y lo importante es que el Canal de Villares acometa la modernización». También recordó que el Canal de Villares «fue la primera comunidad de regantes que aprobó la modernización. Sin embargo no se entendieron bien el presidente de la junta de gobierno y el de la comunidad y los problemas internos impidieron que se ejecutara». Por otra parte, En una zona «de riego libre, está el problema de los pagos», concluyó.
Las comunidades de regantes que cofinanciaron la obra del trasvase y aunque no se ha puesto este en servicio aún pagan los créditos que adquirieron por su construcción, en una obra que confinanciaron la Administración autonómica y la Unión Europea.