La solidaridad tiene cantera

No les preocupa ni el paro ni la hipoteca, tampoco saben de impuestos y los problemas de los adultos les quedan a unos cuantos años de distancia. Sin embargo los niños de entre tres y doce años dieron ayer una lección de solidaridad para ayudar a aquellos a los que la crisis ha sacudido con más fuerza.

Los cuatrocientos alumnos del colegio San José de Calasanz cambiaron los deberes por el chándal. Se calzaron las zapatillas y salieron a correr por el polideportivo, en la segunda edición de la carrera solidaria. Cada alumno se ha buscado a sus patrocinadores que entregarán alimentos no perecederos o dinero. Participación y ayuda se dan la mano.

Los estudiantes de Infantil realizaron la prueba en la calle del colegio y los de Primaria pusieron todas sus ganas en la pista municipal. Según los cursos, los niños dieron de una a seis vueltas. Los más pequeños completaron 400 metros y los mas mayores del patio 2.400.

«El objetivo es concienciar sobre la importancia de la solidaridad a través del deporte», explicó Isabel Cuervo, que junto a Áurea de la Viuda, son las promotoras de esta iniciativa. «En La Bañeza y en el colegio hay personas y niños que lo están pasando mal, así que lo que queremos hacer ver a los alumnos es que a veces vivimos con más de lo que necesitamos cuando a nuestro alrededor hay quien no tiene lo imprescindible», explicó la profesora.

A partir del lunes comenzarán a recogerse los alimentos y el dinero y una vez recontados se entregarán a Cáritas y Cruz Roja a fin de repartir los beneficios y que lleguen a un mayor número de personas. Este trimestre, los chavales tienen sobresaliente en solidaridad.