Veintiséis municipios se suman a la regularización catastral
La idea es hacer aflorar inmuebles ampliados y no inscritos.
Veintiséis municipios de la provincia se han sumado esta semana a la regularización catastral impulsada por el Ministerio de Hacienda. En concreto, se trata de Acebedo, Barjas, Boca de Huérgano, Boñar, Cármenes, Carracedelo, Carrocera, Garrafe de Torío, Oseja de Sajambre, Palacios del Sil, Prado de la Guzpeña, Reyero, Riaño, Riego de la Vega, Villamanín, San Emiliano, Santa Colomba de Somoza, Santas Martas, Soto y Amío, Turcia, La Vecilla, Val de San Lorenzo, Valderrueda, Vegacervera, Villanueva de las Manzanas, Villaturiel, que pasan a engrosar la lista de los más de 3.000 municipios que han manifestado hasta la fecha a la Dirección General del Catastro su interés por acogerse al plan aprobado en 2012 con el objetivo de hacer aflorar inmuebles urbanos y rústicos no inscritos.
Según informó ayer el Ministerio de Hacienda, este plan de lucha contra el fraude fiscal inmobiliario fue aprobado hace dos años para desarrollarlo por tandas de municipios entre 2013 y 2016, e implica la posibilidad de incorporar al Catastro inmuebles (y las alteraciones en otros inmuebles declarados) que no habían sido registrados pagando una tasa de 60 euros y sin la imposición de multa alguna por el incumplimiento del deber de declararlos.
Proceso
Hacienda recuerda en su comunicado que este proceso no implica una revisión al alza de los valores catastrales, ya que los inmuebles se regularizarán conforme a los importes vigentes en cada municipio, y afirma que se trata de aflorar inmuebles «que están disfrutando de los servicios públicos municipales a costa de los titulares de los inmuebles correctamente declarados».
En este sentido, considera que «es de justicia que su correcta incorporación al Catastro garantice su contribución al sostenimiento de dichos servicios públicos».
La regularización culmina con la asignación de un valor catastral al bien inmueble aflorado y una fecha de efectos de dicho valor, información que se incorpora al padrón inmobiliario del municipio y sirve para la correspondiente gestión tributaria de los ayuntamientos respeto de las obligaciones por el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) de ejercicios futuros y pasado no prescritos.
Según Hacienda, esto no implica necesariamente un aumento de recaudación para los ayuntamientos, ya que el hecho de que haya más inmuebles declarados puede permitir a los municipios rebajar los tipos de gravamen que aplican a la generalidad de los vecinos, sin mermar por ello sus recursos totales.
Además, destaca que el hecho de que una construcción o reforma no haya sido declarada no implica que sea ilegal o legal, ya que son cuestiones distintas la necesidad de proveerse de la preceptiva licencia urbanística otorgada por la autoridad municipal y la obligación de presentar una declaración de alteración del bien inmueble ante el Catastro Inmobiliario.
El plan de regularización catastral en marcha no multa las obras ilegales, algo que es competencia de las autoridades municipales y autonómicas, con lo que la incorporación al Catastro de un inmueble «no convalida» ese tipo de infracciones, según señala el ministerio.