Asaja: «La cuestión está en conocer si las explotaciones son rentables»
«No existen razones para pensar que va a frenarse el ritmo de incoporaciones de 120 a 130 jóvenes por año, Aunque ojalá fueran más, me parecen muchos, porque el asunto está en saber si sus explotaciones son rentables o no», opina el secretario general de Asaja, José Antonio Turrado, que se plantea si la provincia dispone de espacio para estos nuevos profesionales.
El campo como alternativa resulta viable para «los hijos de los agricultores, excepto en la apicultura o en la castaña», porque entrar en el sector supone una inversión mínima «de 350.000 euros en la maquinaria imprescindible para trabajar 200 hectáreas de secano o 60 de regadío y una nave de unos 600 u 800 metros cuadrados si el que comienza lo hace desde cero», apunta Turrado. El sindicalista se refiere a «la compra de la maquinaria imprescindible —algo bien dimensionado, normal en tamaño y calidad—, y que si no se tiene desde el principio, como por ejemplo la nave, no pueden pasar más de tres o cuatro años sin disponer de estos medios». De ahí que plantearse el inicio sin un apoyo familiar resulte inviable.
La inversión menor
Turrado señala que la apicultura permite la inversión de menor volumen en el sector. La producción de 400 colmenas serviría para vivir del sector, aunque el desembolso inicial «se sitúa entre los 70.000 y los 80.000 euros» y siempre es necesario conocer el oficio para tener garantías de éxito.