Diario de León

La Bañeza

Un idilio musical de 81 años

La Banda Municipal dedica el concierto de Navidad a su componente más veterano. Benigno González Valverde es a sus 93 años un músico incansable. Lleva más de ocho décadas pegado a su saxofón. Anécdotas le sobran, compartió escenario con Lola Flores y ha llevado compases a todos los rincones de la provincia

Benigno González toca su saxofón.

Benigno González toca su saxofón.

Publicado por
a.G. VALENCIA | LA BAÑEZA
León

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Es una vida escrita en partituras y pentagramas, en clave de Sol y para saxofón alto. Es la banda sonora de Benigno González Valverde, el músico más longevo y veterano de la Banda Municipal de La Bañeza. A sus 93 años ayer añadió un nuevo capítulo a su historia y es que la agrupación de la ciudad le rindió como homenaje el tradicional concierto de Navidad.

Benigno ha cumplido 81 años en el conjunto, donde llegó allá por 1933 movido por su afición por la música. Lo recuerda perfectamente, mientras comparte con amigos en el Hogar del Jubilado su rutina del vinín y el caldo. «El maestro era Don Potenciano que me enseñó en la academia solfeo y a tocar el clarinete». Este fue su primer instrumento, aunque no el definitivo. Circunstancias de la vida y un accidente laboral le obligaron, algunos años después, ha aprender a tocar el saxofón, el que ya le ha acompañado en una dilatada trayectoria en los escenarios.

«La música me hace feliz», confiesa orgulloso. «Me ha ayudado a superar momentos difíciles de la vida y a sobreponerme con ilusión», reconoce. Y es que ahí está la clave para Benigno. «Hay que poner corazón en todo lo que se hace para que las aficiones perduren», dice este incansable músico.

Llegó a la banda con apenas doce años. Nacido en La Bañeza en 1921 y criado en la ciudad, tres años después de coger el clarinete la Guerra Civil irrumpió en su día a día. «Los que tenían edad marcharon», recuerda Benigno. Él y otro pequeño grupo de músicos siguió viéndose para ensayar y con el final de la contienda se propusieron impulsar de nuevo la que hoy es la banda municipal.

En su camino se ha cruzado con artistas de la talla de Lola Flores. Cuenta que La Faraona viajó a La Bañeza para actuar en el antiguo Café Minuto y Benigno acompañó sus temas con el saxofón. «24 pesetas ganaba por actuación», explica, «yo debía tener 27 años y Lola Flores, 25». Memoria derrocha a raudales y aún no ha olvidado el frío que pasó en muchos de los viajes para tocar en los pueblos de la provincia, Zamora o Valladolid. Reconoce que por León habrá estado en todos los sitios. «Un día fuimos a tocar a Villanueva, era tanto el frío que hacía que se nos helaron los instrumentos», bromea con una sonrisa. Y es que atesora tantos recuerdos como años vividos junto a su saxofón. Benigno también formó parque de la orquesta Brasil y de su mano visitó otros tantos pueblos y conquistó otros muchos escenarios.

«El homenaje me hace una enorme ilusión», asegura, «me encanta que los jóvenes se acuerden de mí», dice, mientras piensa en los mucho que ha cambiado la banda en estas ocho décadas. «Cuando yo empecé todos éramos hombres, ahora hay más mujeres», confiesa alegrado por esta realidad.

Ayer los instrumentos sonaron en su honor y él lo tiene claro, «estaré en la banda hasta que pueda o me echen», bromea. Durante estos 81 años ha colaborado con las compañías que necesitaban saxofonista y llegaban al antiguo Pérez Alonso y ha dejado en clave musical cientos de vivencias en los escenarios. Ayer se subió al del teatro, con la misma ilusión que el primer día, y participó del concierto como uno más, interpretando villancicos y las nuevas obras que estrenó la banda.

Benigno, carpitero de profesión y músico por vocación, fue el protagonista de la velada. «Para nosotros es un honor y un orgullo contar con una persona tan trabajadora, constante e ilusionada. Pone el corazón en todo lo que hace. Es un ejemplo», reconoció la directora de la banda, Patxi Vélez, resaltando la capacidad del homenajeado para amoldarse a cualquier estilo.

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