Diario de León

La nevada deja Posada nueve horas sin luz y cierra cinco puertos y 37 colegios

El temporal llega de madrugada y deja un grueso manto de nieve y algunas placas de hielo en el norte de la provincia.

Una máquina quitanieves despeja la carretera N-630.

Una máquina quitanieves despeja la carretera N-630.

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A. Domingo | Redacción
León

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Y nevó con ganas. Aunque se esperaba que el temporal dejara ya una cuarta el sábado por la tarde, no fue hasta última hora del domingo y durante toda la madrugada del lunes cuando los copos dejaron una importante capa en el norte de la provincia. Además, las bajas temperaturas dejaron una buena parte de la provincia congelada.

La nieve y el hielo complicaron las comunicaciones entre León y Asturias en la N-630, donde fue necesario el uso de cadenas y se interrumpió el tráfico a vehículos pesados, Tampoco se permitió circular a autobuses y camiones en la autopista AP-66 (León-Campomanes) y a última hora de la tarde de ayer continuaban cerradas al tráfico los puertos de Ventana, Aralla, Monteviejo, Vegarada y Piedrafita (Cármenes) y se precisaban cadenas en un buen número de puntos de la red secundaria. La situación viaria provocó algunas salidas de vía, sin que se tenga constancia de que en éstas se hayan producido heridos.

Otros inconvenientes del temporal fueron los cortes de luz, con especial incidencia en Posada de Valdeón, donde el alcalde, Tomás Alonso, señalaba que el fluido faltó entre las cinco de la mañana y las dos de la tarde, algún corte hubo en Riello y en Murias de Paredes se fue la luz «varias veces, de forma prolongada», señaló la alcaldesa, Carmen Mallo, que criticó «la alarma creada durante todo el fin de semana» por las alertas, que perjudicaron a quienes tiene negocios en áreas rurales, con el fin de semana como días de mayor afluencia de clientes. «Así, dejando a la gente en casa, quizá traten de ocultar la falta de medios», señaló.

Las quitanieves trabajaron duro para despejar las carreteras. Desde las de la Administración del Estado, la Junta y la Diputación hasta las de los ayuntamientos, que abren calles y tratan de limpiar hasta el último rincón. El regidor de Villamanín, Óscar Gutiérrez, se puso al volante del camión municipal «a las cuatro y media de la mañana» y no se dejó la tarea hasta que comenzaba a caer la tarde, a pesar de las dos ocasiones en las que se vio en la cuneta.

El alcalde de Riello, Manuel Rodríguez, destacaba el trabajo de los voluntarios de protección civil del municipio llevando la cuchilla y su homóloga de Cabrillanes, Lina Freire, destacaba el buen funcionamiento de la limpieza viaria. «Estamos bien equipados» para las nevadas, señalaba al punto que tocaba madera para que no se produzcan complicaciones que no han llegado aún. «La nieve se movía bien, porque no había hielo debajo que complicara el trabajo», explicó.

Los vecinos de muchos pueblos tuvieron que tirar de pala para abrir sendas en unas calles ocultas de blanco invernal, en una jornada en la que los 15 a 20 centímetros que se acumularon en muchos puntos de la montaña no causaron excesivos problemas. «Hay viento y lo peor va a ser si cae una helada esta noche» —la pasada para el lector—, anunciaba el alcalde de Posada.

En 37 centros escolares se suspendieron las clases ante la presencia de nieve en las carreteras, con un total de 1.564 alumnos, el 2,58% del total provincial, que pudieron disfrutar de los juegos en la nieve y el trineo. En el total de la Comunidad, 2.637 escolares perdieron la jornada lectiva.

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