villadangos del páramo
Una trifulca en un poblado marginal se salda con un agente herido y un detenido
La Guardia Civil acudió al asentamiento por la denuncia de los vecinos por ruidos.
Un agente de la Guardia Civil de la comandancia de Benavides de Órbigo resultó herido leve en la madrugada del martes al miércoles al ser agredido presuntamente por un hombre residente en el asentamiento ilegal ubicado en el Barrio de la Estación, en Villadangos del Páramo. Según ha podido saber este periódico, un vecino llamó a la Guardia Civil en la tarde del martes para denunciar las molestias que ocasionaba el elevado volumen de la música y el ruido procedentes de este asentamiento, en el que vive un colectivo de feriantes que celebraban una fiesta. Momentos más tarde se personó en el lugar una pareja de la Guardia Civil de Benavides de Órbigo para comprobar los hechos cuando uno de ellos recibió un puñetazo en la cara que le ocasionó heridas leves en la mandíbula. Ante las amenazas y la actitud del resto de los residentes, los agentes se vieron obligados a abandonar la zona para buscar refuerzos.
Al día siguiente se personó en la zona otra patrulla de Benavides, asistida por agentes del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS) de la Guardia Civil que precisamente se encontraba realizando un control preventivo en el peaje de Villadangos para proceder a la detención del presunto agresor que, según fuentes de la Subdelegación del Gobierno consultadas por este periódico, se entregó voluntariamente sin ofrecer ningún tipo de resistencia.
Los vecinos aseguran que este no es el único incidente ocurrido en este asentamiento en el que viven desde hace al menos seis años cerca de cuarenta personas de familias de feriantes acomodadas en caravanas y casetas. «La situación es insostenible», denuncia un vecino que no ha querido identificarse, ya que el ruido que generan y la incesante música «es insoportable». Aseguran además que el poblado está ilegalmente asentado en terrenos particulares, sin que sus propietarios puedan impedirlo, y que tienen la luz enganchada a las farolas y el agua a las bocas riego. «Estamos desesperados y no sabemos a quien recurrir. Hemos enviado cartas a la Subdelagación del Gobierno para que incremente la presencia policial porque tenemos miedo», asegura este vecino.
Postura municipal
El alcalde de Villadangos del Páramo, Teodoro Martínez, aseguró ayer que es conocedor de la existencia de este poblado, aunque no de los problemas que genera. Sí asegura que desde el Ayuntamiento se les ha instado para que regularicen su situación, en cuanto a los enganches del agua, pero que el tema de la luz no es de su competencia. «Sabíamos que había preocupación vecinal pero no que había tanto malestar», declara.