La Cámara Agraria echa el cerrojo

La Cámara Agraria de León no abrirá sus puertas mañana como tal, aunque el usuario prácticamente no vaya a notar cambios. En la sede de la plaza de San Marcos, los funcionarios de la Junta de Castilla y León continuarán prestando asesoramiento jurídico y administrativo a las juntas agropecuarias locales de la provincial, pero el trabajo que asumían las dos empleadas propias de la institución ya no lo realizarán para la entidad, sino para la Asociación de Juntas Agropecuarias de León (Ajal).

El pleno de la Cámara, en el que Asaja tiene mayoría absoluta, acordó —con la oposición de la Alianza de Ugal-UPA y Ucale-Coag y de la UCCL— el cese de la actividad en su última sesión, celebrada en septiembre, para trasladar las funciones propias a la asociación, que fundó el sindicato mayoritario en verano. El motivo: el cese de las ayudas de la Junta de Castilla y León a este organismo.

Arsenio García Vidal, presidente de Asaja-León, de la Cámara Agraria y ahora de Ajal manifestó que la asociación, a la que se han sumado 80 de las 83 juntas locales de León, prestará ahora los mismos servicios que la Cámara Agraria ofrecía hasta el momento a las juntas locales: «Tasaciones de patos, asambleas, plenos y renovación de cargos, llevar los libros de ingresos y gastos y todo lo que demanden los 2.700 agricultores y ganaderos representados por las juntas agropecuarias locales».

García Vidal no entiende las críticas que se han vertido ante esta iniciativa que trata de salvar el recorte de la Junta a las cámaras agrarias, «cuando lo que hemos propuesto es trabajar en vez de vender el patrimonio de todos los agricultores —las sedes—, como han hecho en otras provincias de la Comunidad autónoma».

La financiación

Ajal financiará su funcionamiento mediante «cuotas solidarias y poco lesivas para su economía» que abonarán anualmente las juntas locales en función de sus ingresos. De esta manera, «algunas no aportarán cantidad alguna, pero se les hará el trabajo», resultando el recibo medio anual a «unos 300 euros, cantidad por le que nadie realizaría los servicios que les damos».

A los ingresos de los socios se suman «los más de 20 cursos de formación obligatorios en fitosanitarios que hemos comenzado a impartir a las juntas que nos lo demandan», así como los ingresos que obtendrá Ajal por la inspección técnica de equipos fitosanitarios: «Hemos solicitado a la Junta de Castilla y León la homologación como estación para realizar las revisiones», señaló García Vidal.

Por último, la asociación de juntas locales se hará cargo de la Lonja Agropecuaria de León, para los que ya ha solicitado a la Diputación «la ayuda que todos los años concedía» para el desarrollo de la actividad del mercado agropecuario provincial.