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LA CRISIS DE LA MINERÍA

Gas Natural Fenosa condiciona la compra de carbón a la Vasco a pactar un precio competitivo

La eléctrica acumula 580.000 toneladas de mineral de la Hullera, que equivalen a más de un año de funcionamiento

La central térmica de La Robla, propiedad de Gas Natural Fenosa

León

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Gas Natural Fenosa asegura que está negociando con la Hullera Vasco Leonesa los contratos de compra de carbón autóctono, pero que el acuerdo final depende de que se pacten precios que la eléctrica considere adecuados para competir en el mercado de libre competencia en el que tienen que vender su electricidad en este momento. Un momento con precios excepcionalmente bajos del carbón internacional, que supone así una difícil competencia para un mineral autóctono en pleno proceso de reestructuración.

Fuentes de la compañía eléctrica señalan que han manifestado a la Vasco su voluntad de seguir comprando carbón, aunque advierten que deberá sera un precio que permita que la central sea competitiva en el mercado y funcione el mayor número de horas posible.

Desde Gas Natural se recuerda que desde el pasado mes de enero los dos grupos de la central térmica de La Robla están operando en un régimen de total competencia en elmercado eléctrico, ya que el 31 de diciembre finalizó el mecanismo de garantía de suministro. El real decreto entró en vigor en 2011, y afectaba al grupo II de la térmica.

Stock

Actualmente la central térmica acumula un stock que la compañía eléctrica cifra en 580.000 toneladas de carbón nacional. Una cantidad que se compró a la Hullera Vasco Leonesa con anterioridad a la entrada en vigor de la garantía de suministros. Es decir, que permanece inmovilizado desde 2011.

Esta cantidad de carbón autóctono permite a la térmica funcionar durante más de un año.

Fuentes de la compañía eléctrica señalan que pese a la existencia de este importante stock, su voluntad es negociar la compra de carbón a la empresa minera leonesa. Sin embargo, esta compra estará condicionada a una reducción de los precios que consideren competitiva. Y recuerdan que desde que en enero desapareció el marco regulador del consumo de carbón nacional la central se ve obligada a competir con el resto de los productores del sistema todas y cada una de las horas del año para que Red Eléctrica Española acepte sus precios y pueda generar electricidad.

Una competitividad que, insisten, en el caso de una central térmica de carbón viene marcada fundamentalmente por el coste del combustible.

A falta de un mecanismo que sustituya al de garantía de suministro, que sigue negociándose en la Secretaría de Estado de Energía, las centrales térmicas tienen que pujar con el resto de las tecnologías por lograr un hueco térmico que les permita entrar en el mercado. Un sistema en el que primero entran las renovables (y el año pasado fue muy alto en producción eólica e hidráulica) y las nucleares; y el resto deben ofertar precios para entrar. El hueco térmico se ha reducido en los últimos años hasta el punto de que las centrales de ciclo combinado están prácticamente paralizadas.