La población se acerca a la estabilidad con casi 250 ejemplares

Actualmente, la población osera se acerca a los 250 ejemplares en la Cordillera Cantábrica, con una comunicación fluida entre subpoblaciones, lo que se traduce en un intercambio genético que es la base para la plena recuperación de la especie. De las dos osas que criaban en el año 91, se ha pasado a 12 ó 14 en la actualidad. De todos modos, es pronto para asegurar que el oso ya no está en peligro de extinción, ya que «una especie se recupera cuando se tiene la certeza de que va a salir adelante sin apoyo», aseguró Luis Ángel Arranz, que estima que cuando se junten las dos poblaciones se tendrán las garantías de que la especie está plenamente estabilizada.