Diario de León

LA CRISIS DE LA MINERÍA

España tendrá que construir nuevas plantas en 2019 si cierra las térmicas

Los informes de la UE advierten de la necesidad de mayor respaldo a las renovables ante el repunte del consumo. Adaptar y mantener la producción actual con carbón es más barato que crear nuevos sistemas de capacidad

Los mineros leoneses llevaron hasta Burgos el mensaje de su protesta contra el Gobierno

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León

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El repunte de la actividad económica y el consumo, el incremento de dispositivos y tecnologías que se alimentan de electricidad, la evolución de las energías renovables y el respaldo a los previsibles picos de demanda que se producirán en un escenario a no muy largo plazo exigen a España disponer de un parque de centrales de generación eléctrica que aporten potencia firme (gestionable, no procedente de las renovables) que respalde el sistema. Un parque que puede contar con las centrales térmicas de carbón actuales que se adapten a la directiva medioambiental europea, o que en caso de consentir el cierre de estas tendrá que ser de nueva construcción. Y deberá estar disponible a partir de 2019.

Así lo exige la seguridad del suministro eléctrico en España, según los pronósticos realizados por los organismos europeos, que analizan la evolución prevista del índice de cobertura de la demanda, y determinan cuándo será preciso instalar más potencia firme. Un escenario en el que resulta claramente más barato impulsar la adaptación de las térmicas en funcionamiento que construir nuevas instalaciones. Y que permitiría además un respiro al sector del carbón nacional, que con las adaptaciones necesarias seguiría estando en la base que garantiza la seguridad del sistema eléctrico ante la variabilidad de generación de las renovables.

Demostrar además que el mantenimiento de la industria autóctona de carbón es imprescindible para asegurar la cobertura de la demanda a través de potencia gestionable allanaría también el camino de la aprobación por parte de la Comisión Europea del mecanismo de capacidad, cuya última redacción presenta hoy el secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, a empresarios y sindicatos mineros. Porque las directivas sobre ayudas estatales que la UE puso en marcha en junio contemplan esta posiblidad.

El escenario

El escenario con la perspectiva y el pronóstico de suficiencia de cobertura en la UE hasta 2030 ha sido presentado por la European Network of Transmission System Operator of Electricity (ENTSO-E). Establece para cada país un índice de referencia (en el caso de España, con los datos que le ha enviado Red Eléctrica). El sistema español está por debajo de lo que el organismo considera necesario, lo que implica que la capacidad instalada no es suficiente para garantizar la seguridad del suministro del sistema.

El informe advierte también de que si las térmicas de carbón actuales se adaptan a las exigencias medioambientales europeas, una posibilidad que da prácticamente por segura, podría atenderse una demanda creciente durante más tiempo. De hecho, en su escenario para 2025 calcula una producción de 4.200 megavatios con carbón. En cambio si esta producción desaparece, sería necesario anticipar la disposición de nueva capacidad al año 2019. En cualquier caso, y ante la evidencia constatada por los organismos europeos de que España necesitará más capacidad firme, es mucho más económico invertir para mantener las instalaciones actuales que construir nueva capacidad.

Pronósticos

El escenario de perspectiva y pronóstico de la suficiencia (SOAF, en sus siglas en inglés) de la ENTSO-E para España prevé que el consumo energético se incremente un 16% hasta 2025. Las nuevas fuentes de generación y las tecnologías actualmente disponible que finalmente se elijan para respaldarla «dependen de los agentes del mercado de la electricidad», señala. Y advierte específicamente que en el caso de las centrales de carbón depende de la adaptación a la directiva europea; mientras que en el caso de las centrales nucleares la decisión es política.

También apunta que las previsiones que se le han enviado sobre la capacidad de generación renovable de España en el futuro pueden estar «sobreestimadas» (algo en lo que tienen mucho que ver los bandazos regulatorios de los últimos años).

El informe advierte también de que se avanza hacia una «sociedad más electrificada», en lo que tendrá trascendencia por ejemplo la dependencia eléctrica del transporte, entre otros usos nuevos; lo que contribuirá a incrementar la necesidad de generación. Así pues, los estudios de cobertura de demanda inciden en la necesidad de mantener la seguridad «y la calidad» del suministro.

Respecto a las centrales térmicas, frente al «apagón» previsto si no se adaptan, calcula que hay un 95% de posibilidades de que sí lo hagan. Advierte sin embargo sobre la generación hidráulica, debido a una reducción en las reservas hídricas y a una disposición cada vez menor de esta capacidad. Analiza también las posibilidades de generación eólica, como se ha señalado; mientras que la capacidad de generación solar, alta en España, no permitiría atender picos de demanda por ejemplo en invierno.

En informe del organismo europeo que analiza el sistema operador eléctrico hace también hincapié en la necesidad de reforzar las interconexiones de la «isla energética» que es España con el exterior. Esa sigue siendo una asignatura pendiente.

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