La cara más atractiva del chocolate

Suma y sigue. El Museo del Chocolate no para de crecer. Así lo cantan los datos y es que desde la inauguración de la nueva sede, el 14 de febrero, ya son más de 14.800 las personas que han pasado por la colección. Una cifra que asegura el éxito y que hace prever que el museo logre cuadruplicar las visitas este año, en comparación con las que recibía en la antigua sede donde se alcanzaban 20.000 turistas anuales.

«Si la tónica sigue así se logrará un incremento muy importante de visitantes», explicó ayer la alcaldesa, Victorina Alonso, quien confía, además, en las buenas cifras que año tras año otorga el verano a la colección, sobre todo durante los meses de junio y julio y septiembre y octubre.

La directora del museo, Elvira Casado, también se mostró muy satisfecha con el primer balance que arroja la colección en estos tres meses y medio de vida. Además, la responsable de las instalaciones desgranó que sobre todo han pasado por el museo visitantes de Castilla y León — el de Astorga es el único museo público sobre este producto en la comunidad—, junto a los turistas de Madrid, el País Vasco, Asturias y Galicia, siguiendo la tónica del visitantes que se acerca a Astorga. En cuanto a los extranjeros, los más frecuentes son los estadounidenses y los italianos, pero no dejan de sorprender otras nacionalidades que en estos meses han conocido el museo, como personas llegadas desde Israel, Islandia, Corea, Rusia o China.

En lo que va desde que el Palacete de Magín Rubio abrió sus puertas para albergar la colección, el número de visitantes no ha caído un sólo mes de los tres mil. En los quince días que estuvo abierto en febrero fueron 3.515 personas quienes lo visitaron. En marzo se llegó a las 4069, en abril se registró el mejor dato hasta la fecha con 4.262 visitantes. Por último mayo dejó 3.227 turistas.

Mientras el aumento de visitantes sigue marcando la diferencia respecto a otros años, la dirección del museo y el Ayuntamiento mantienen su apuesta por abrir las puertas de la colección durante las noches de verano. Para ello, aún está sobre la mesa la contratación del personal temporal, aunque la iniciativa cobra cada vez más fuerza.

Además, se sigue trabajando en el impulso de una ruta que conecte todos los museos del chocolate de España. De hecho, para este fin ya hubo un primer contacto en el Sica con las ciudades que cuentan con colección y Cámara de Comercio. El plan es aún más ambicioso y a largo plazo se espera que esta idea pueda también unir Astorga con otros países de Europa donde la tradición chocolatera es un revulsivo, como Bélgica, Italia, Alemania, Portugal o Francia.

Por otro lado, la apertura de la nueva sede también ha reavivado las donaciones de particulares. En estos meses, el museo ha recibido etiquetas de chocolate procedentes de Astorga y la comarca, una colección completa de cromos de finales del siglo XIX y principios del XX, un servilletero de celuloide, que era un reclamo publicitario, reproducciones de carteles metálicos, documentación de fábricas de chocolate de la zona y material fotográfico, sobre el que existe un gran interés y el museo es receptor. Con ello, una vez que se realice el inventario, se harán exposiciones monográficas.