Diario de León

EL RASTRO DEL PANTANO

Los restos de Vegamián

Los descendientes del valle, que hoy se reúnen en Pardomino, denuncian el abandono del cementerio por parte de la CHD

La entrada del cementerio se encuentra en estado casi de ruina

La entrada del cementerio se encuentra en estado casi de ruina

Publicado por
ÁLVARO CABALLERO | BOÑAR
León

Creado:

Actualizado:

Ahí están los restos del valle de Vegamián. En ese pequeño camposanto, tras el que se levanta como una sombra el pubis de la presa, descansan los que no pudieron hacerlo en su pueblo. Apenas son 14 cruces y un montículo bajo los que se entierran los paisanos a los que, durante los 10 años de las obras, se les prohibió el entierro en los cementerios que anegaría el agua, así como algunos que decidieron trasladar los restos. Hoy, 48 años después de que se echara el tranque que obligó a desalojar a más de mil personas de Utrero, Lodares, Campillo, Armada, Quintanilla, Ferreras, Camposolillo y Vegamián, el tejadín y el arco de la entrada muestran la ruina en la que se ha visto el valle.

El abandono del pequeño cementerio avanza al ritmo que la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) ignora la petición de los antiguos vecinos de Vegamián. Van ya al menos dos cartas enviadas, la primera a León y la segunda a la sede central de Valladolid, para reclamar el adecentamiento del camposanto sin que se logre respuesta. «Son cuatro duros, pero no hacen ni caso, mientras sacan el dinero de la central y del arrendamiento de los pastos del puerto», se quejan los descendientes del valle que han cursado las misivas. No es la primera vez que claman en balde, ya lo hicieron cuando se echaron abajo la mayoría de las casas de Utrero y desaparecieron, sin que nadie diera razón, los sillares, que son las piedras de más valor.

Mientras esperan, hoy los vecinos del valle se vuelven a dar cita en Pardomino, donde se reconstruyó piedra a piedra el arco de la antigua ermita de San Antonio. Por debajo volverá hoy a pasar el santo para dar paso a la comida del reencuentro anual, con las hermanas Escolástica y Ángela Díez Rodríguez como madrinas. Ahí se verán los que aún no descansan donde más corre el agua...

tracking