Asaja exige que en ocho años termine la modernización de todo el regadío en la provincia

La organización agraria Asaja ha anunciado que votará contra el nuevo Plan Hidrológico del Duero cuando éste se someta a consideración del Consejo Regional del Agua si la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) no introduce «importantes modificaciones en el documento, que el próximo lunes finaliza su plazo de exposición al público. La organización agraria exige al Gobierno de la nación un mayor compromiso con la creación de nuevos regadíos y considera que las modernizaciones deberían cerrarse en las próximas dos legislaturas.

En este contexto, Asaja reivindicó la construcción de balsas y la sustitución de los sistemas de riego obsoletos en el Órbigo, como forma de asegurar el regadío y otros usos del agua en un sistema en un sistema deficitario en este recurso.

El presidente de Asaja en la Comunidad Autónoma, Donaciano Dujo, y el secretario general, José Antonio Turrado, anunciaron ayer que en los próximos días se presentarán ante la CHD las alegaciones de su sindicato al plan por el que se regirá la principal de la cuencas en la Comunidad y denunciaron que éste «relega a la agricultura y la ganadería al cuarto lugar en las prioridades de uso del agua, cuando hasta ahora era la segunda después del abastecimiento de las poblaciones». Los responsables de la organización recordaron que el regadío asegura una productividad de los cultivos tres veces superior que en secano y señalaron que el agua «es imprescindible para la puesta en marcha de cualquier proyecto agroalimentario y ganadero en el medio rural».

Asaja también mostró su oposición a que se incremente el coste de los servicios del agua a los regantes, «que ya soportan el 73%». Dujo y Turrado consideraron insuficiente el proyecto para el plan hidrológico, cifrado en 1.117 euros frente a los 1.400 euros del que plan al que sustituye. En su opinión, son necesarios 1.900 millones. Además la organización insistió en la necesidad de aplicar un «principio general de rigor en el gasto, porque echamos en falta una mayor transparencia en los procesos de contratación y ejecución de obra pública, pues los costes incialmente previstos se incrementan exponencialmente».

Policía y caudales

Otros puntos de desacuerdo son el aumento de la zona de policía de los cauces, que convierten a estos terrenos «en improductivos económicamente», y el incremento de los caudales ecológicos en detrimento del uso del riego. En opinión del sindicato agrario, los caudales fijados en el plan anterior «son perfectamente válidos hoy». Asaja tampoco cree conveniente la imposición de constituir comunidades de regantes de aguas subterráneas, opción que «deberías ser voluntaria, en función de las mejoras que reporte para el usuario de la concesión».

La organización profesional agraria considera prioritario un plan de limpieza de cauces que ayude a paliar los daños por inundaciones, así como que la Administración asuma los daños que originan éstas «como patrimoniales e indemnice a los afectados».