Piden dos años a los acusados de poner un lazo que mató a un oso en Asturias
El guarda del coto de caza de la localidad de Porley (Cangas del Narcea) donde un oso murió en agosto de 2012 tras quedar atrapado en un lazo metálico declaró ayer en el juicio por esta causa que sí él lo hubiera colocado la trampa no habría avisado a nadie y se hubiera desecho del animal.
El otro acusado, vecino de Gijón pero con una casa en el citado pueblo, afirmó que no se dedica a la caza y que no tiene conocimientos para colocar un lazo como en el quedó atrapado el oso que, a consecuencia del estrés y del forcejeo para tratar de liberarse, falleció durante la operación de rescate.
El Juzgado de lo Penal número 2 de Oviedo acogió el inicio de esta causa en la que el fiscal solicita para cada uno de los acusados una pena de dos años de prisión por unos hechos ocurridos en el mes de agosto de 2012
Asimismo, pide la inhabilitación especial de ambos para el ejercicio del derecho de cazar por un tiempo de cuatro años y que al acusado que ejerce como guarda se le inhabilite también para esta profesión durante el tiempo de la condena.
El fiscal sostiene que ambos colocaron un lazo metálico camuflado para pasar inadvertido, en un paraje conocido como la Zapatina, pese a ser conocedores de que era un área de distribución potencial del oso.