La Junta excluye de la trashumancia al ganado que se mueve en la provincia
Asaja denuncia que los ganaderos de León perderán la opción de varias ayudas.
La nueva definición de trashumancia que la Dirección General de Producción Agropecuaria ha propuesto a las organizaciones agrarias para que sea sometida a alegaciones deja fuera de este término a las ganaderías leonesas que trasladan su ganado a pastar dentro de la propia provincia. Así lo aseguró ayer el secretario provincial de Asaja, José Antonio Turrado, quien denuncia que el borrador de la resolución presentado por la Junta recoge textualmente que existe movimiento trashumante «cuando se realiza el desplazamiento de animales para el aprovechamiento de pastos de forma estacional, en al menos un movimiento de ida y otro de retorno a la explotación de origen, entre distintas comunidades autónomas, y si es dentro de la misma autonomía, entre comarcas que disten entre sí más de 200 kilómetros». Si la definición se consolida, dejaría fuera a los ganaderos leoneses que mueven su ganado entre comarcas de los páramos y las vegas y comarcas de la montaña, «con distancias en todo caso inferiores a los citados 200 kilómetros». Esta circunstancia dejaría la trasterminancia, referida a movimientos más cercanos, «en terreno de nadie» y sin opción a optar a ciertas ayudas agroambientales (ayuda al pastoreo extensivo y la trashumancia) «que se han venido disfrutando hasta ahora, y de otras que puedan surgir en el futuro, por lo que al componente emotivo se suma un claro componente económico», señala Turrado.
En la provincia existen actualmente movimientos de ganado para pastos en distintas comarcas que abarcan unas 43.000 cabezas de ovino, más de 6.000 de vacuno y 4.300 de equino, señala el secretario provincial de Asaja, quien matiza que «los movimientos a otras comunidades autónomas, en franco retroceso, son prácticamente todos de vacuno, en un número aproximado de 2.000 cabezas».
Turrado asegura que, hasta el momento, la trashumancia no ha sido definida oficialmente, pero en el caso concreto de las ayudas referidas «siempre se ha contemplado la actividad trashumante aquella que recorría más de 50 kilómetros». «Si un ganadero de Veguellina lleva sus ovejas a pastar al puerto de San Emiliano dejaría de optar a estas subvenciones, mientras que sí lo haría aquel que lo hiciera entre San Emiliano y Asturias», critica el secretario general que no entiende por qué la Junta no apuesta por la trashumancia leonesa. «Lo lógico es que se potencie más esta trashumancia de corto recorrido, que es la que se da en León, frente a la que viene de otras comunidades que además causa unos problemas sanitarios tremendos», aclara Turrado quien insiste en que «la trasterminancia reporta ventajas sanitarias a los rebaños, son más viables económicamente, y suponen una mayor calidad de vida del ganadero».
«Despojar a los ganaderos leoneses de su condición de trashumantes es un insulto para quienes generación tras generación llevan practicando este modelo de producción animal que aprovecha recursos valiosos que de otra forma se perderían, que es el único posible en comarcas de alta montaña con gran dureza climática, que es tremendamente respetuoso con la naturaleza, y que contribuye al mantenimiento de las costumbres y tradiciones», añade.
El término que ahora baraja la Dirección General de Producción Agropecuaria, si es ratificado, se utilizaría para encasillar a las ganaderías en el nuevo registro de explotaciones agrarias de la Junta.