Veinte días sin respirar aire limpio

Hoy se cumplen veinte días desde que se declarase el incendio en el almacén de neumáticos de planta de Recuperación de Materiales Diversos (RMD) ubicado en Chozas de Abajo. Veinte días y veinte noches en las que los vecinos tienen que tener sus ventanas cerradas para evitar que entren en sus casas ese humo blanquecino y denso que se desprende de las cerca de doce mil toneladas de neumáticos fuera de uso que arden desde el pasado 20 de julio.

«Es irrespirable, sobre todo en las localidades de Antimio de Abajo y Viloria de la Jurisdicción, y lo peor de todo es la desinformación en la que nos encontramos los vecinos, que no sabemos los efectos de respirar este aire tan contaminado durante todos estos días». Así resume la desesperación de los vecinos de la zona Ismael González Millán, responsable de la Plataforma Valle de Conforcos que ha convocado una concentración para protestar por la «nula» respuesta de la administración ante este «desastre ambiental y sanitario» sin precedentes en la zona. El próximo martes, a las 12.00 horas, los vecinos de las localidades afectadas por esta nube tóxica que se desprende de las instalaciones de RMD protagonizarán una manifestación frente a la delegación territorial de la Junta en León.

En ella pondrán de manifiesto su impotencia y su indignación ante la gestión de este incendio por parte de las administraciones. «Han dejado su extinción en manos de quien lo ha provocado, algo inédito», declara González Millán, que considera que no se han puesto todos los medio necesarios para minimizar los efectos de este incendio.

Los propios vecinos han remitido una queja ante el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) para conocer el grado de contaminación de los productos de las huertas que se encuentran en las inmediaciones de la planta. «Muchas de ellas son para consumo particular, pero otras son para su comercialización. No sabemos si esos productos estarán en condiciones de ser consumidos, sobre todo después de ver que el agua de los arrollos discurre negra, por el vertido del agua que se está utilizando en la extinción del fuego».

Desde Valle de Conforcos denuncian que «se trata del quinto incendio que se declara en la planta en los últimos años, y siempre por el incumplimiento de la normativa de almacenamiento de neumáticos, ya que se superan los tres metros de ruedas apiladas, carecen de un sistema automático de extinción, que a base de aspersores sofoca cualquier conato que se pueda producir, y no se colocan los neumáticos de manera cuadriculada, es decir, con pasillos en el medio que hagan de cortafuegos en caso de incendio», explica el presidente de la plataforma vecinal.

Según el informe remitido esta semana por Ecologistas en Acción, la quema de las 12.000 toneladas estimadas emitirán a la atmósfera 41 toneladas de hidrocarburos aromáticos policíclicos, es decir el 17% de todas las emisiones de HAP (236 toneladas) inventariadas en España en el año 2012.

Las emisiones de los cancerígenos benceno y benzo(a)pireno, por citar solo los contaminantes con límites legales de inmisión, serían del orden de 26 y una toneladas, respectivamente.

Según estudios de la EPA (Agencia Estatal para la Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos) las emisiones de partículas PM10 (el 10% de toda la materia que entra en combustión) estarían cerca de las 1.400 toneladas, que es la cantidad emitida por las 4 grandes centrales térmicas de Castilla y León durante todo un año. Las partículas PM10 transportan otros contaminantes extremadamente peligrosos como los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), las dioxinas, los furanos o los metales pesados.