El rejoneador Curro Bedoya reina en el coso

Las fiestas de Valdepiélago centraron un año más en la cita taurina su principal atractivo. El Memorial Joselillo, como recuerdo al torero de la tierra que murió en la Monumental de México en 1947 a consecuencia de una cornada, rememoró ayer una tarde espectacular en el coso preparado para la ocasión, que se llenó con más de 2.000 espectadores.

Abrió plaza el rejoneador Curro Bedoya, de Madrid y alternaron pie a tierra el onubense Alejandro Conquero y el madrileño Mario Alcalde, que lidiaron un encierro de seis hermosos novillos toros de la ganadería de Sayalero y Bandrés, de excelente presentación y comportamiento.

Fue el rejoneador madrileño el triunfador de la tarde, consiguiendo dos orejas en el cuarto toro y desarrollando una buena faena, manteniendo vivos a sus caballos en todo momento. Curro Bedoya se enfrentó con solvencia a sus dos utreros de noble embestida. Se nutrió en el cuarto de la tarde con batidas y piruetas, clavando con precisión rejones y banderillas y acertando con el de la muerte.

El primer espada, el madrileño Mario Alcalde brindó al público el primero de su lote y puso de manifiesto algunos recursos positivos que le dieron por su buena faena una oreja en el segundo de la tarde. En el quinto también realizó una buena faena aunque falló en su primera estocada y lo mató en su segundo intento. Por ello, no obtuvo trofeo.

El andaluz Alejandro Conquero se mostró como un torero de buen corte, con valor y buena técnica, aunque no logró premio en el último de la tarde, al descabellar al toro en cinco ocasiones. Un año más Valdepiélago se vistió de toreo, organizado por El Burladero Taurino, donde el público presente disfrutó a ritmo de charanga de una tarde en la que se recuerda a uno de los maestros más importantes que ha dado la localidad.