«Yo no miraba a las hélices del aparato»

A Damián Ramos le sorprende la tesis de los investigadores del accidente que, tras el análisis de las hélices, concluyen que fue una piedra que se desprendió de manera fortuita y que golpeó en las hélices la causa de que el helicóptero de la Guardia Civil cayera al vacío. Pero reconoce que él no estaba pendiente de los rotores del aparato cuando se produjo el accidente. «Accedía a la nave y cada uno de los guardias me tenía cogido de un brazo. Entonces vi que las aspas chocaban contra pared. No sabría decir si una piedra o una roca pegaron en las hélices, porque yo no las estaba mirando. No podría jurarlo». Como se destacó el año pasado, «no había viento alguno», y «si la tierra se movió fue por las hélices del helicóptero», opina.

El conocimiento de los detalles del informe de la comisión que estudia los accidentes de aeronaves militares despejarán las dudas que, por el momento, surgen tras conocerse la conclusión que ha trascendido. En el inmenso dolor de la pérdida de vidas humanas, testimonios como el de Ramos aumentan la admiración de la sociedad a unos hombres que dan todo si es preciso por el servicio al ciudadano.