Las protestas se dirigen a Europa con una manifestación el lunes en Bruselas

Tras entrevistarse con la ministra Isabel García Tejerina, los manifestantes presentes en el encuentro convocaron a sus compañeros a las puertas del ministerio para compartir con ellos las conclusiones tanto de la reunión como de estos días de caminata y reivindicación, en la que ya de primeras aseguraron quedarse con el cariño y la solidaridad de las gentes, tal y como señalaban muchos de los presentes.

La opinión de los líderes ganaderos se centró en renovar energías para lo que venga, y en aprovechar las sinergias que mostró la ministra al asumir lo que demandan para la subsistencia del sector. «Ha sido una acción conjunta, un caldo de cultivo para que cambie el precio de la leche y ganemos dinero. No se consigue nada estando en casa. España no es lo mismo que Francia. El 7 vamos a manifestarnos a Bruselas», aseguraron y anunciaron.

Los ganaderos dirigieron su principal ataque ante esta situación desventajosa que viven hacia la industria: «Si el ganadero pierde 100 euros al día por explotación el futuro es inviable», afirmaron, para añadir que «la culpable primera de todo esto que nos ocurre es la industria. La distribución es culpable porque mientras esté vendiendo leche a 50 céntimos están engañando al consumidor», advirtieron.

Respecto a la demanda por activa y por pasiva de García Tejerina en cuanto a la necesidad de crear cooperativas potentes y competitivas, y que el sector apueste de una vez por todas por la integración, los ganaderos presentes en Madrid, también quisieron matizar que «las cooperativas tienen que ser fuertes, pero tienen que ser de los ganaderos».

«La ministra nos dijo que asumía todas las reivindicaciones pero no se queda todo en asumirlas sino en exigirlas. García Tejerina se basa en que si hay cooperativas fuertes es posible y que la decisión está en Bruselas», explicaron a pie de calle. Pero también, ante lo incierto del futuro, no dudaron en advertir que «si esto no se arregla habrá que seguir, pero con movilizaciones más fuertes». Con todo, quedó la sensación de que ambas partes se escucharon y que, en este caso, la brecha habitual entre Administración y profesionales de cualquier sector es más salvable porque ambos apuestan, de momento, por el diálogo. Eso valoraron de la ministra. Aunque al final la última palabra parece que la tiene Bruselas.