Una marea internacional de tractores irrumpe en la cumbre
Los tractores se aproximan a Bruselas para participar en la manifestación
Bajo el sonido de silbatos, cencerros y ensordecedores petardos, miles de agricultores y ganaderos marcharon ayer por las calles del barrio europeo de Bruselas para reclamar precios justos para sus productos, en una protesta en la que se quemaron objetos y la policía tuvo que recurrir a cañones de agua.
La manifestación, que según la última estimaciones de la Policía belga consiguió movilizar a unos 385 tractores y a unos 4.800 agricultores y ganaderos europeos de diferentes países, entre ellos España, experimentó su momento más intenso en la glorieta de Schuman, justo en frente de los principales edificios comunitarios.
El cortejo de manifestantes, encabezado por cinco grandes tractores, partió desde la estación Norte de Bruselas en dirección al Consejo de la Unión Europea. El barrio estuvo cerrado a cal y canto. Los túneles de acceso a la zona estaban cerrados, al igual que la estación de metro y de tren. Las calles aledañas cortadas y fuertemente custodiadas con un gran dispositivo de seguridad.
La marea de manifestantes provocó un auténtico colapso en el barrio europeo de Bruselas. Entre los manifestantes se encontraban representantes de Asaja de Castilla y León, como su presidente Donaciano Dujo, y el presidente de Asaja León, Arsenio García.
Largas marchas de personas con carteles, banderas y herramientas del campo obligaron a cerrar tiendas y negocios.
Con helicópteros sobrevolando el área y camiones con cañones de agua preparados para intervenir esperándolos, los manifestantes recorrieron las calles hasta el Consejo al grito de «queremos una política justa» o «sin agricultura no hay comida».
Los agricultores reclaman un aumento del precio de venta de la leche, la carne de porcino, la fruta y las hortalizas para poder cubrir los costes de producción, menos normas medioambientales y mayores rebajas fiscales.
«Queremos que se armonice la legislación y que se nos pague lo que se debe, lo que no es justo es que se nos pague menos de lo que nos cuenta producir», declaró a Efe el presidente de la Unión de Pequeños Agricultores y Sindicatos de España (UPA), Lorenzo Ramos.
Desde unas grúas colgaban vacas de su cuello, un símbolo del «estrangulamiento» que sufre el sector lácteo,
La protesta transcurrió inicialmente sin grandes incidentes, pero conforme la marcha avanzaba hacia Schuman se registraron algunos enfrentamientos y actos violentos.
Algunos agricultores quemaron neumáticos, pales, tiraron paja a la policía, huevos, petardos y otros objetos. Tres policías resultaron heridos durante la manifestación, uno de ellos ha tenido que ser hospitalizado, según el diario «Le Soir».
Los enfrentamiento se recrudecieron cuando algunas personas provocaron incendios con ruedas y palos y dañaron propiedades públicas. No obstante, no hubo detenciones durante la protesta.