La cajera de un banco de Astorga sospechó: fotocopió los dólares que cambió el detenido y guió a la policía

A la cajera le sorprendió que Miguel Ángel se presentara con 1.000 dólares en la mano y que quisiera convertirlos en euros. Fue una mañana de primavera, en la sucursal de Cajamar que se ubica en la plaza de Santocildes de Astorga. No habían pasado muchos días de la desaparición de Denise, pero aún no se había desatado en pleno la preocupación generalizada por su ausencia.

Entre las referencias que había del sospechoso, conocido por algunos incidentes menores en la comarca y el aspecto con el que se presentó en el banco, un tanto absorto en sus pensamientos, la trabajadora decidió curarse en salud. Le pidió que esperase unos segundos y con el pretexto de cumplir con la legalidad, fotocopió los billetes que traía. Le dio algo menos de 900 euros a cambio y observó cómo se iba. Guardó los papeles y se personó en la Comisaría de la Policía Nacional de Astorga para poner los hechos en conocimiento de los agentes.

Fue así como, después de las comprobaciones pertinentes, la investigación tuvo certeza ya en abril de que el sospechoso de la muerte de Denise Pikka Thiem, M.A.M.B... había tenido acceso al dinero que llevaba encima la peregrina en el momento de su desaparición. ¿Suficiente para detenerlo? El CNP decidió dar carrete al individuo y se dedicó a seguir sus pasos. Una laboriosa investigación burocrática había confirmado que los números de serie de los billetes coincidían con los que Denise había retirado a su salida en Norteamérica.

Pero la Policía no quería arriesgarse a practicar un arresto en falso y que la actuación no tuviese sustento judicial. Aún con la presión del paso del tiempo, los seguimientos fueron metódicos. No hacía nada fuera de lo común en su poco común vida. Ninguna pista nueva. No cometía errores que permitieran cerrar el círculo.

Adepto a los albergues

Intensificar la investigación y desaparecer el posible autor de los hechos, fue todo uno. Tomó un autobús en la estación de Astorga a principios de semana y aterrizó en Asturias. No se ha aclarado todavía el por qué de su predilección por los albergues de peregrinos del Camino de Santiago. Los domina con soltura, conoce de su ubicación y de muchos de ellos tiene referencias. Como un peregrino más, se presentó en Grandas de Salime. Y allí, en el entorno de la comarca de Los Oscos, ya casi en el límite con la provincia de Lugo, fue detenido. No calculó bien sus movimientos y sacó dinero de un cajero con su tarjeta de crédito. Inmediatamente saltaron las alarmas y la Policía Nacional de Luarca y Oviedo le echaron el guante.

Encañonado en el cuello y con una porra en el gaznate pero sin ofrecer resistencia, el supuesto autor del crimen de la peregrina dio por hecho que su fuga había terminado. Estaba en una terraza de una cafetería. Tomaba café en compañía de otros ciudadanos, peregrinos mayoritariamente. El carácter envalentonado que le definía cuando rulaba por Valdemanzanas pasó a un segundo plano. Asumió que no tenía nada que hacer y en cuestión de horas confesó el crimen y se ofreció a llevar a los agentes a la zona en la que se encontraba el cadáver.

Cubierto sólo por unas ramas y en un aceleradísimo estado de descomposición, el cuerpo de Denise impresionó a los agentes que lo recogieron. No se podía distinguir si pertenecía a un hombre o a una mujer. Las altísimas temperaturas a que estuvo sometido el cuerpo durante el mes de julio en pleno monte lo destrozaron. La autopsia se convirtió en sus primeros estadios en un rompecabezas. De locura.

Felicitaciones

La resolución del caso se le atribuye al mismo equipo de la Policía Nacional procedente de Madrid que cerró el crimen de Cuenca y aportó las pruebas necesarias para la detención de Sergio Morate como presunto autor de la muerte de las jóvenes Marina Okarynska y Laura del Hoyo. Lo dijo el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, durante su comparecencia de ayer en Astorga. Vino a felicitar a los agentes participantes en el operativo y a proponer que en la fiesta de los Ángeles Custodios, patronos de la Policía, se condecore a quienes lo han hecho posible. En la foto con el ministro no figuró la comisario jefe provincial María Marcos, que pasó discretamente a un segundo plano en la escena.

«El pasado mes de julio ya dije en una visita a León ante los medios de comunicación que trabajábamos con una pista muy fiable». En el guión que usó para la comparecencia, manuscrito de su puño y letra, figuraba textualmente: Entrevista en Diario de León, 19 de julio. Omitió el medio concreto y prefirió ser más genérico. «Hoy ya puedo decir que efectivamente, esta era la senda que estábamos siguiendo»

Para llegar a este punto, la investigación tuvo que interrogar a más de 200 peregrinos de 20 nacionalidades diferentes. Buena parte de ellos ya habían regresado a sus países y tuvo que se la policía de cada uno de esos estados la que llevara a cabo la localización y los interrogatorios pertinentes, informes que luego se han puesto a disposición del operativo español.

Reconoció el ministro que la misma noche de la detención, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, había telefoneado al senador republicano John McCain para anunciarle el feliz desenlace de la operación. «Es por la sensibilidad que tiene el presidente con los temas de León y por la relación que le une a esta tierra», justificó el ministro. «Era un asunto muy importante y el presidente ha estado informado puntualmente», reconoció.

Por los corrillos de prensa circuló una propuesta para preguntar al ministro si en las próximas desapariciones que se puedan producir, los operativos de búsqueda serán de similar calibre. Nadie llevó la cuestión a oídos del responsable de la cartera de Interior.

Mañana ante la jueza

El juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de los de Astorga tomará declaración mañana por la mañana al detenido. Previamente será interrogado por los agentes de la Comisaría de Astorga en la que permanece recluido. Con el secreto del sumario declarado público para las partes y la confesión de por medio, no da la sensación de que queden demasiados interrogantes por resolver, pero sí hay dos importantes. ¿Cuál fue el móvil del crimen? ¿Qué ocurrió en los instantes previos a la muerte de la peregrina?