Fenosa confirma que no adaptará Anllares

La compañía eléctrica Unión Fenosa comunicó ayer tanto al Ministerio de Industria, como a la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León su decisión de no rescatar la central térmica de Anllares del Plan de las 17.500 horas, con lo que la unidad de producción ubicada en Páramo del Sil apagará su caldera para siempre al cumplirse ese ‘bono de horas’ o como muy tarde en 2023.

La decisión de la eléctrica, aunque esperada, no ha dejado de ser un golpe más para una cuenca como la del Alto Sil muy castigada por la crisis del carbón. «Lo tenía difícil, por lo que no es una sorpresa. Para el ayuntamiento este cierre va a suponer, por un lado, la pérdida de muchos puestos de trabajo directos e indirectos. En materia impositiva también va a ser un duro golpe para el municipio, pero más importante, es que el hecho de que la central estuviera en funcionamiento suponía que muchas explotaciones y cielos abiertos tuvieran actividad», lamentó el regidor de Páramo del Sil, Ángel Calvo.

La central térmica de Anllares del Sil entró en funcionamiento en 1982, con una capacidad de generación eléctrica de 365 megavatios y un parque de carbones con una capacidad para almacenar más de 1,2 millones de toneladas. Propiedad de Fenosa (66%) y Endesa (33%), las instalaciones carecen de planta de desulfuración y desnitrificación, por lo que su adaptación a la normativa europea de emisiones resultaría especialmente gravosa para la compañía.

Compostilla

Por otra parte desde CC OO, con representación mayoritaria en el comité de empresa de Compostilla II, se ha querido enfriar la euforia tras la decisión de la empresa de sacar la térmica de ese plan de las 17.500 horas. Y es que, apuntan, incidiendo en lo señalado por la empresa, que la decisión no implica que se vayan a acometer las inversiones necesarias en materia medioambiental, en tanto en cuanto no se aclare el futuro del sector del carbón y los incentivos.