Dos imputados y ningún detenido por los 197 incendios de este verano en León
De julio a septiembre han ardido 4.990 hectáreas, el triple que la campaña anterior.
A pesar de que detrás del 80 por ciento de los incendios forestales está la mano del hombre, según fuentes de la Guardia Civil de León, la campaña de máximo riesgo, que va de julio a septiembre, se ha cerrado en la provincia sin ninguna persona detenida, aunque sí con dos imputados por negligencia. Uno de ellos por provocar un fuego con una cosechadora cuando realizaba labores agrícolas y el otro por el manejo de una radial, lo que acabó también en incendio forestal.
Aunque todos los incendios son inspeccionados por la Guardia Civil, tan sólo se esclarecen el 18% de las causas. En aquellos en los que se detectan indicios de ser provocados por la mano del hombre, bien por negligencia o por imprudencia, la Guardia Civil instruye las diligencias oportunas que dan lugar a la investigación. Otros incendios, como son los agrícolas, en los que no existe valoración ecológica, «no son considerados incendios forestales y tan sólo afectan a la vía administrativa», explican fuentes de la comandancia.
Por lo que se refiere a la presente campaña, y a falta de conocer el balance oficial de la Junta de Castilla y León, en la provincia de León se han producido este verano 197 incendios forestales, 119 menos que el año pasado, aunque con peores consecuencias, ya que la superficie quemada se ha triplicado.
Según los partes de incendios facilitados de julio a septiembre de este año por la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, en la provincia han ardido 4.990 hectáreas, una cifra bastante superior a la de la campaña del año pasado en la que se quemaron 1.552 hectáreas.
El peor mes de julio
El mes de julio, en el que se registraron temperaturas muy extremas en la provincia, fue especialmente negro para la provincia, ya que sólo en ese espacio de tiempo se quemaron 4.260 hectáreas, la mayor parte de ellos en sólo dos incendios forestales. El más grave de ellos se inició el pasado 13 de julio en La Cepeda, donde en los 15 días en los que se prolongaron las labores de extinción se calcinaron 2.654 hectáreas en la localidad de Palaciosmil. Las llamas se avivaban con tanta virulencia que llegaron a arrasar 86 hectáreas por hora. A parte de las nefastas consecuencias medioambientales de este siniestro, que afectó una zona especialmente sensible por ser hábitat para el urogallo, dos trabajadores de la Mancomunidad de La Cepeda resultaron heridos en las labores de extinción, por un repentino cambio en las rachas del viento, que hizo que quedaran cercados por las llamas que finalmente calcinaron un camión de extinción.
Pese a la gravedad de este incendio, presuntamente provocado, no se esclareció la autoría del mismo,
El siguiente incendio más grave del verano se produjo días después del primero, concretamente una semana después, cuando un rayo prendió un pino en las inmediaciones de Tabuyo del Monte, quemando 50 hectáreas de zona arbolada.
Julio terminó con otro gran incendio forestal, el que arrasó 1.113 hectáreas en Pobladura de la Sierra, concretamente entre Lucillo y Molinaferrera.
Por lo que se refiere al mes de agosto, se registraron 71 incendios forestales, que calcinaron un total de 425,06 hectáreas. El más grave fue el que quemó más de 200 hectáreas el 8 de agosto en Villafranca del Bierzo. También destacó por su virulencia el registrado en 20 de agosto en Sahagún, donde ardieron 50 hectáreas forestales y dos agrícolas, o el quemó 35 hectáreas en San Pedro de Olleros, en el municipio de Vega de Espinadera.
Septiembre fue un mes tranquilo en lo que a incendios forestales se refiere. Pese a ello, se quemaron 305 hectáreas en 60 incendios. El más grave de ellos el que se registró el día 26 en Odollo y que quemó 120 hectáreas forestales. Ese mismo día ardieron 25 hectáreas en Villar de Omaña. Al día siguiente, otro incendio calcino 30 hectáreas en Caboalles de Abajo.