UNA INVERSIÓN CON POLÉMICA
Industria no encuentra justificación económica para la línea Sama-Velilla
Red Eléctrica considera que la red planificada hasta 2020 es suficiente sin el proyecto
La línea de alta tensión Sama-Velilla no se justifica desde el punto de vista económico. Así lo recoge el Ministerio de Industria, Energía y Turismo en el Plan de Desarrollo de la Red de Transporte de Energía Eléctrica 2015-2020, el documento definitivo publicado ayer por el departamento que dirige José Manuel Soria y aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 16 de octubre.
El documento detalla que «las posibilidades de evacuación a través de Sama-Velilla 400KV se han reducido en gran medida», debido a la crisis y «a la sobrecapacidad actual de generación instalada». Red Eléctrica de España considera que «para el año 2020 no se prevé ningún nuevo ciclo combinado, teniendo en cuenta que la demanda prevista ees de unos 48.000 MW» y que «incluso en escenarios de alta generación eólica en Galicia y Asturias la red planificada para 2020 es suficiente para el transporte de energía en las condiciones de seguridad establecidas en los procedimientos de operación».
Según el plan, el coste de la ejecución de la línea supondría 92,5 millones de euros y, pese a considerarla de antemano innecesaria para cubrir el transporte de energía previsto, el operador del sistema ha realizado un análisis coste-beneficio por si el trazado «incorporara elevados beneficios».
Sin embargo, los cálculos estiman que con la Sama-Velilla «los ahorros que se producirán por mejora de la eficiencia económica por reducción de pérdidas y emisiones de CO2 se situarían en 0,51 millones de euros», mientras que el beneficio socio económico «por resolver restricciones mediante redespacho de la generación se estiman en 4,4 millones de euros». Así, el análisis considera que la rentabilidad social de la actuación de desarrollo de la Red de Transporte mediante el cálculo de los indicadores económicos estima un valor de la Tasa Interna de Rentabilidad «prácticamente nulo» y un valor actual neto negativo, cifrado en -62 millones de euros, por lo que, según señala el documento, «la inversión analizada no se justifica desde un punto de vista económico».
El operador del sistema reconoce que la línea estaba paralizada desde mucho tiempo antes del Real Decreto de 2012 que ordenaba la paralización de varias actuaciones, y que, debido a la crisis, «el escenario del sistema eléctrico español ha cambiado bastante respecto a los previstos en los planes anteriores» cuando la línea fue planificada.
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