ECONOMÍA Y CAMPO
Azucarera no garantiza una campaña de 90 días en León debido a las lluvias
Parte de la remolacha contratada en La Bañeza podría molerse en la fábrica de Toro
La playa de recepción de remolacha de la fábrica de La Bañeza
Los remolacheros han pasado de preocuparse por la necesidad de agua para un último riego de la remolacha a ver cómo las lluvias imposibilitan entrar en las parcelas a recoger la raíz, dejando en el aire el inicio de la campaña remolachera en la azucarera de La Bañeza. La mesa de fábrica tenía que haberse reunido el miércoles pasado, a fin de fijar ya una fecha de inicio, pero la reunión se desconvocó dadas las condiciones de las parcelas. En esta situación, no se descarta que las más de 6.000 hectáreas de remolacha que entregan en la factoría leonesa comiencen a hacerlo en la molturadora de Toro (Zamora), acortando la campaña en La Bañeza, que no alcanzaría entonces los tres meses previstos.
A pesar del buen tiempo que ha llegado este fin de semana, para que toda la maquinaria trabaje con garantías en las parcelas harán falta al menos dos semanas en muchos lugares y, dados los importantes costes que supone para la industria la parada de una fábrica para retomar después la molienda, parece que la opción pasa por esperar a enero —cuando, en teoría, han pasado las semanas más lluviosas— para abrir las puertas de La Bañeza a la recepción. Aunque Azucarera Iberia no precisa si abrirá en diciembre o esperará, todo apunta a que esta Navidad será menos dulce en La Bañeza en lo que a fabricación de azúcar se refiere. De hecho, los cultivadores tienen la mirada puesta en la fiesta de Reyes para iniciar las entregas.
Los remolacheros de las zonas que mejor drenan ya apuntan la posibilidad de entregar su producción en Toro, mientras otros, especialmente los del Páramo, tendrán que esperar a que La Bañeza comience una campaña que se pretende hacer sin cierres.
La parte positiva de este otoño atípico en precipitaciones y temperaturas lo pone el crecimiento de la raíz —hasta en un 20%, apuntan algunos productores— y el aumento de su riqueza. Las previsiones realizadas tras las siembras ya apuntaban a unos buenos rendimientos, que tendrán que confirmarse más adelante.
El riesgo de comenzar en enero la molturación reside en que a las heladas se sume la nieve, lo que arruinaría el cultivo, al sometería la raíz a unas temperaturas extremas. En cualquier caso, se trataría de un hecho tan excepcional como la cantidad de agua recogida en León en este mes de octubre.
La remolacha contratada para la azucarera de La Bañeza se sitúa en 736.664 toneladas,, cantidad que podría mermar si parte de los agricultores trasladan sus entregas a Toro, que suma ya 40 días de trabajo —comenzó a moler el 1 de octubre—. Azucarera Iberia prevé transformar este año 2.045.000 toneladas en sus tres factorías de la Zona Norte.
En la campaña pasada fue la fábrica de Toro la que cedió parte de su contrato a La Bañeza ante la necesidad de cerrar la molturadora zamorana, debido a las lluvias.