La Pasión, según Piedralba

Cuando hace un cuarto de siglo la cofradía astorgana de la Vera Cruz descubrió en la iglesia de Piedralba la talla del Ecce Homo, la que cumple 350 años, decidió implicar a los pueblos del entorno de la capital maragata en la Semana Santa de la ciudad, esa que este año ha decidido recoger en su cartel anunciador los dos aniversarios. Por eso, es la imagen de Cristo atado a la columna la que preside el trabajo, que luce sobre el fondo de Astorga, iluminado con las antorchas tan características del traslado procesional de la talla, cada noche de domingo de Ramos, hasta la ciudad.

Una procesión que no nació como tal, pero que ya cuenta con el arraigo de formar parte de La Pasión astorgana, que presume del título de Interés Turístico Nacional. El traslado procesional, que motiva el cartel, cuenta además con la colaboración desde hace 25 años de los vecinos de San Justo, y desde 2001 de la cofradía de Piedralba. Estos datos fueron avanzados ayer por José Manuel Santos, cofrade de la Vera Cruz, y encargado de desgranar los entresijos del cartel.

El acto se desarrolló en La Ergástula del Museo Romano, donde Santos, que hace 25 años era mayordomo de la cofradía, explicó que fue un cura quien en 1666 decidió en la iglesia de Piedralba hacerse una capilla lateral para su enterramiento. Fue, ahí, en el retablo de aquel lugar donde se halló el Ecce Homo, que ya es parte más que implicada en La Pasión de la ciudad, siendo una de las tallas que procesiona en el Vía Crucis del martes santo, donde participan todas las cofradías.

Son esos tres kilómetros que separan Piedralba de Astorga los que también confieren el toque singular a la procesión, que termina en el convento de Santa Clara con el traspaso de la talla del alcalde de Santiagomillas al de Astorga y del sacerdote de Piedralba al consiliario de la hermandad. Un motivo que bien vale el cartel de 2016, cuya presentación, además, se aderezó con música.