Benditos brutos

Los animales de las comarcas leonesas espabilaron la mañana con agua bendita. Siempre compañeros o ayudantes, ayer fueron merecedores también, como manda la costumbre sanantonera, de la bendición parroquial.

Así sucedió en Las Grañeras y en Joarilla, dos lugares del sur de León con gran tradición en este sentido. La primera clausuró ayer tres días de fiestas patronales con la bendición de sus animales, la rifa del ramo de roscas y las muy aplaudidas coplas, romances y refranes entonados por vecinos y visitantes, entre los que destacaron el ínclito Leonis; Carlos Rivero, de Bercianos del Real Camino y, «llegado del otro lado de los océanos», Mustafá Akikachi. En cuanto al ramo, el precio de la rosca normal alcanzó los seis euros pero las grandes, y por aquello de que se aplican a devociones y peticiones al santo, se cotizaron a 20 euros. Kikas, conejos, perdices, gatos, perros, patos, caballos y asnos fueron bendecidos por Jesús Calvo y Jorge García. Además, en Joarilla también hubo eucaristía y bendición.

La Bañeza no se quedó atrás. La cofradía centenaria que guarda el nombre del patrón animó una jornada, donde los animales fueron protagonistas. La iglesia del Salvador recibió a las mascotas a la puerta, y ahí fue, donde el párroco Arturo Cabo bendijo a los perros y los gatos, las tortugas, algunas bien abrigadas para este frío invernal, los pájaros, los peces e incluso las cobayas pasaron bajo el agua bendita. En esta edición de la fiesta en honor a San Antonio Abad la pregonera fue María Ángeles Cordero, quien antes de despedir la misa, subió al altar para dar la bienvenida al festejo y animar con sus versos una cita cargada de tradición. Tras la bendición, la comitiva se desplazó a la plaza Mayor y al Ayuntamiento donde se rifó al gocho (el número agraciado fue el 16.197) y se entregaron los premios a los mejores cuentos: El cerdito soñador , de Lucía Martínez, y Antón, el cerdito favorito , de Alberto Guerra.