Mineros en la lista negra
Con la muerte ayer de un joven de 27 años en una explotación de Cangas del Narcea son ya 29 las personas que han perdido la vida en el tajo durante la última década.
La muerte ayer de un minero de 27 años a causa de una explosión de dinamita en una mina ubicada en la localidad asturiana de Carballo, en el municipio de Cangas del Narcea, ha elevado a 29 la lista de personas fallecidas en accidentes mineros en los últimos diez años.
El joven fallecido ayer, Fernando Frade, era muy conocido en esta pequeña localidad del suroccidente asturiano, de la que era natural. El Ayuntamiento de Cangas del Narcea ya ha colocado las banderas del Consistorio a media asta en señal de duelo por esta nueva víctima moral de la minería española.
De las 29 personas fallecidas durante está última década en accidentes mineros, 15 lo hicieron en explotaciones ubicadas en la provincia leonesa, que junto con Asturias, que ha registrado cinco, es la que más muertes laborales ha tenido que lamentar en este sector.
Caboalles de Arriba, Villager, Santa Lucía de Gordón, Torre del Bierzo, Caboalles de Abajo, Santa Cruz del Sil y Llombrera de Gorgón, son las localidades de la cuenca minera leonesa que desde 2006 han registrado accidentes mortales en sus minas.
Precisamente, en Lombrera de Gordón, en el Pozo Emilio, propiedad de la Hullera Vasco Leonesa, tuvo lugar el accidente minero más grave registrado en los últimos 18 años en España. Se produjo en la mañana del 27 de octubre de 2013, cuando un escape de grisú mató prácticamente en el acto a seis mineros que trabajaban, junto a otras cinco personas que lograron salvar sus vidas en la galería 740, a 694 metros de profundidad.
Hay que remontarse al año 1979, para recordar una tragedia similar. El 18 de octubre León llora por la muerte de diez trabajadores, en este caso también por una explosión de gas grisú en la mina de Caboalles de Abajo, en la cuenca de Laciana.
Aunque el penúltimo accidente producido en este tiempo no ha tenido lugar en la provincia, sí le costó la vida a un minero leonés que trabajaba en la localidad asturiana de Degaña. El lacianiego Roberto Calviño, de 40 años de edad, perdía la vida el 15 de julio de 2015 por un hundimiento del túnel de la mina de Cerredo donde se encontraba trabajando con su camión. Tras más de 48 horas el cuerpo sin vida del minero fue recuperado tras un laborioso rescate, que mantuvo en vilo a todo el valle de Laciana de donde era natural y donde era muy querido.
Causas geológicas explican, en parte, la siniestralidad en la minería española, y particularmente en las cuencas de Asturias y León, regiones donde la disposición del mineral en capas verticales y estrechas hacen posible uno de los accidentes más típicos mineros, derrame de carbón.
Otro de los principales motivos es la explosión de gas grisú, gas muy inflamable, constituido principalmente por metano, que se acumula entre los poros del carbón, y que al contacto con una chispa eléctrica provoca la explosión.