la bañeza
Emotivo adiós a Rogelio y a su familia
La ciudad se vuelca en la despedida a los fallecidos en el accidente de avioneta.
Las urnas con las cenizas de los cuatro fallecidos presidieron el funeral.
Un silencio que nadie se atrevió a romper. La plaza Mayor de La Bañeza emanaba ayer la tristeza de toda una ciudad que se quedó consternada con el fallecimiento del constructor Rogelio Fernández, su mujer, Mari, y las dos hijas de ambos, Elisabet y Yolandad, en un accidente de avioneta, registrado en la Serranía de Cuenca el pasado sábado.
La Bañeza se volcó con una despedida multitudinaria a la familia Fernández- San Juan. La localidad se sumó a un emotivo adiós y abarrotó la iglesia de Santa María, que incluso se quedó pequeña para albergar las muestras de cariño y acompañamiento. El párroco Jerónimo Martínez fue el encargado de oficiar el duro funeral, recordando que «si la muerte siempre es dolorosa lo es más cuando se trata de cuatro personas en la plenitud de su existencia». El sacerdote aseguró que La Bañeza «pocas veces ha sentido una pena tan honda, un dolor personal y colectivo».
La multitudinaria despedida congregó a varias autoridades civiles y militares, pero sobre todo a paisanos, amigos, familiares y allegados que no ocultaron su dolor y que quisieron rendir el último homenaje a los cuatro miembros de esta familia.