El obispo propone crear un fondo de solidaridad para sostener el patrimonio
No cierra la puerta a que Vallejo Balda vuelva tras cumplir condena o ser absuelto.
El obispo de Astorga, Juan Antonio Menéndez.
El obispo de Astorga, Juan Antonio Menéndez, celebró ayer un desayuno informativo con los periodistas a quienes agradeció su labor. El encuentro, organizado con motivo del patrón de los comunicadores, sirvió para que el prelado pusiera sobre la mesa un primer balance tras la toma de contacto con la diócesis que capitanea desde mediados del mes de diciembre. Menéndez se mostró muy realista con el panorama, explicando que «tristemente la despoblación y el envejecimiento de la población son una realidad». El obispo puso de manifiesto su preocupación por la conservación del inmenso patrimonio «en aquellos pueblos donde apenas quedan tres o cuatro vecinos», por eso propuso la posibilidad de crear un fondo de solidaridad para el sostenimiento de los templos, los retablos y las obras de arte de las parroquias. «Dejarlos caer sería una irresponsabilidad».
Menéndez también se refirió a la buena acogida que ha tenido en la capital maragata, subrayando que será un reto para él devolver tanto cariño. El obispo no pasó por alto el paro que sufren muchas de las comarcas de la diócesis, «me preocupa que suponga una desbandada de jóvenes, una fuga de cerebros».
En cuanto al caso del execónomo de Astorga, Lucio Vallejo Balda, implicado en un proceso por la filtración de secretos del Vaticano, Menéndez abogó por esperar a que haya un juicio y un resultado, subrayando que «esta es su diócesis y una vez cumpla con su condena o sea absuelto, aquí tendrá las puertas abiertas. Si quiere venir a este lugar, pues le recibiremos», apostilló. En este sentido, el obispo puntualizó que «el pecado hay que combatirlo pero al pecador hay que ayudarle». No obstante, también se mostró seguro de que si el ex ecónomo resulta culpable, «debe cumplir la condena».
«Ser auténticos»
El obispo abordó igualmente la situación por la que atraviesa la Iglesia. Por eso explicó que «a los jóvenes y a los mayores se les atrae viviendo el Evangelio», asegurando que «la clave está en ser auténticos». Menéndez también hizo referencia al mensaje del Papa dentro de las jornadas de la comunicación, señalando su faceta para tender puentes del lado de la misericordia y el perdón.
Antes de finalizar, el prelado explicó que las numerosas parroquias de la diócesis tienen una distribución anacrónica. Así, la idea es agrupar varias, consideradas como una sola, bajo la dirección de uno o dos párrocos y con el apoyo de religiosos y seglares. «La iglesia no se entiende sin sacerdotes», confesando que se elaborará un estudio poblacional para conocer a medio plazo cual es el mínimo de sacerdotes necesarios para que la diócesis se pueda mantener.