Diario de León

La familia de Denise Thiem llega a Madrid para repatriar sus restos

Sus allegados llevan esperando desde septiembre para poder enterrar a la mujer.

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a.v. | astorga
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Cedric Thiem, el hermano de Denise, la peregrina estadounidense asesinada mientras realizada el Camino de Santiago la pasada primavera, ha vuelto a España para repatriar los restos mortales de la mujer de 41 años, cuyo cadáver se encontró en una finca a mediados del mes de septiembre. Según pudo saber este periódico el hermano de la peregrina llegó ayer a Madrid a por los restos mortales que han permanecido en el Anatómico Forense de Ponferrada, donde se han practicado las pruebas pertinentes para tratar de esclarecer todos los flecos de un caso que mantuvo en vilo a buena parte del país y que movilizó a multitud de efectivos y voluntarios durante meses.

Denise Thiem desapareció el pasado 5 de abril. La última comunicación que se tuvo de ella fue un email que envió a una amiga, donde le contaba que estaba en Astorga y que su intención era caminar aquella mañana, Domingo de Resurrección, hasta El Ganso, destino a donde nunca llegó. Fue la falta de noticias y de movimientos en sus cuentas bancarias lo que empezó a preocupar a sus familiares, que unos días después denunciaron su desaparición. Entonces comenzó una intensa investigación que acabó en septiembre con la detención de Miguel Ángel Muñoz Blas, en Asturias, quien confesó haber acabado con la vida de la peregrina, a quien, según la autopsia propinó una brutal paliza.

Tras el hallazgo del cadáver, hace ya más de cuatro meses, la familia de Denise se ha afanado por agilizar los trámites para repatriar los restos y poder pasar el duelo para cerrar la pesadilla que han vivido. La angustia llevó incluso a los familiares a escribir sendas cartas a Rajoy y a Obama para pedir que el cuerpo volviera cuanto antes «para poderla enterrar con los honores que merece», recogía textualmente. Las cartas, enviadas el pasado 24 de noviembre, llenas de dolor, sinceridad e indignación terminaban con una súplica: «Por favor, díganos cuando podremos enterrar a nuestra niña».

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