DON CARNAL, DUEÑO Y SEÑOR EN SANTA MARÍA DEL PÁRAMO
El jolgorio se apodera de las calles
Cerca de 1.500 personas, con grupos llegados de toda la provincia, participan en el desfile mayor de la localidad recreando personajes reales e imaginarios acompañados de música y mucho buen humor.
Con pintura o sin ella, sirve igual. medina
ARMANDO MEDINA | SANTA MARÍA
Don Carnal se apoderó ayer del Páramo. Santa María se convirtió en el centro neurálgico del carnaval de la comarca. Su desfile mayor, cada año más multitudinario, consiguió reunir a cerca de 1.500 personas que desafiaron al frío y al viento para vivir y disfrutar de esta fiesta que cada edición cuenta con más adeptos por esta zona del sur de la provincia.
La comitiva partió a las cinco y media de la tarde, como estaba previsto, de la estación de autobuses. A los lados de las calles, numeroso público no quiso perderse el paso del desfile. La imaginación y le buen humor entre los participantes fue la nota dominante. Trajes de todos los colores, carrozas, música de charangas y, sobre todo, alegría y ganas de pasárselo bien inundaron cada rincón de la localidad. Un helicóptero del ejército, un circo loco con sus payasos, domadores de fieras, forzudos y hasta el hombre bala, bailarinas, toreros, espantapájaros, mayorets, granjeros, agricultores, trogloditas, el Egipto más histórico, arlequines, reyes y reinas de la edad media, trajes de fantasía o de loa años veinte, hechos con unos simples globos, personajes de dibujos animados, la tuna, vikingos con sus hachas y sus cacos con cuernos, mariposas, árabes con sus turbantes, indios con sus plumas en la cabeza, un equipo especial de superhéroes, brujas, Heidi y su mundo, un conjunto de fútbol americano, un grupo de bailarines con indumentaria y una excelente coreografía basada en la película Grease, dragones, tiburones, tigres, diablos, la moda de los años sesenta... y un largo etcétera de personajes más.
Los trajes elaborados y los más sencillos cumplieron su función que no era otra que rendir pleitesía a la máscara y al disfraz con el único objetivo de pasárselo bien.
Finalmente, la amenazante lluvia permitió completar el recorrido con normalidad. Al terminar, como es costumbre, se sirvió un chocolate en la plaza La Fuente.
Mañana tiene lugar el desfile infantil que saldrá a las cinco y media. Cerrará los actos carnavaleros el miércoles el tradicional Entierro de la Sardina.