La Vasco tiene una semana para convencer a Gas Natural o liquidar la empresa

maría j. muñiz | león

La Hullera Vasco Leonesa tiene poco más de una semana para convencer a Gas Natural de que formalice un compromiso de compra de carbón para los próximos años, o se verá irremediablemente abocada a presentar la liquidación de la empresa. El Juzgado de lo Mercantil ha fijado el próximo 17 de febrero, el miércoles de la próxima semana, como fecha límite para presentar un proyecto de convenio con los acreedores. El juzgado comunicó el pasado día 1 la finalización de la fase común del procedimiento concursal de la sociedad (en el que entró el 28 de mayo pasado), y la convocatoria de la Junta de Acreedores para el 15 de abril.

La dirección de la empresa lleva semanas manteniendo reuniones con las entidades financieras, las administraciones públicas y el operador minero (Peal) para presentarles su propuesta de viabilidad, que pasa por generar ingresos suficientes a través de la explotación del cielo abierto hasta 2023, la fecha hasta la que tiene autorización para operar. Una actividad que, junto con el resto de las propuestas de captación de fondos presentadas por la compañía, generaría ingresos suficientes como para saldar la deuda acumulada. Una deuda que supera los 53,6 millones de euros, sobre los que se negocia ahora el concurso.

Consejo de administración

La Hullera Vasco Leonesa celebra este jueves consejo de administración, en el que se comunicará la situación límite en la que se encuentra el proceso concursal. La propuesta de viabilidad presentada por la histórica empresa minera a sus acreedores tiene en principio posibilidades de salir adelante, pero depende de una decisión crítica: sin un cliente al que vender la producción de carbón no hay viabilidad posible. Un cliente que sólo podría ser Gas Natural Fenosa, propietaria de la central térmica de La Robla y principal cliente de la Vasco.

Sin el compromiso de compra por parte de la eléctrica el acuerdo con los acreedores sería imposible, y la sociedad minera se vería obligada a rendirse a la liquidación. Una posibilidad que desde el principio se planteó como la última opción dentro de la empresa, que en todo momento ha mostrado su disposición a mantener la actividad, aunque con los límites que impone su actual situación financiera. Y que pasan por el cierre de la minería de interior, que no se considera rentable; y por el mantenimiento de la actividad en el cielo abierto.

Un futuro que obligaría a un recorte de empleo, desde los más de 400 trabajadores actuales entre plantilla y contratas a una cifra que dependería del volumen de la producción. El objetivo, según se ha insistido, es que la pérdida de empleo sea en todo caso lo menos traumática posible, y a través de prejubilaciones y bajas.

La decisión de la Comisión Europea de rechazar la orden ministerial enviada por Industria para fijar un nuevo mecanismo de compra de carbón, que deja de nuevo en el aire la situación del sector, tampoco ayuda a que Gas Natural se comprometa a realizar las compras requeridas.