MEDIO NATURAL
La FOP defiende que el oso no es un animal agresivo
Afirman que sólo se han registrado cinco ataques a humanos en la cordillera desde 1989
Los expertos aseguran que, por lo general, los osos tienden a huir ante la presencia humana. fop
dl | león
La Fundción Oso Pardo (FOP) ha salido al paso del reciente artículo publicado en la revista Scientific Reports y firmado por investigadores de España, Noruega, Suecia, Finlandia, Italia y Canadá, en el que se pone de manifiesto que al menos el 50% de los casos de ataques de grandes carnívoros a personas en países desarrollados son consecuencia de imprudencias humanas. «El trabajo constata un aumento en el número de ataques a personas en las últimas décadas de forma paralela al incremento en las poblaciones de grandes carnívoros y a una mayor presencia de gente en actividades al aire libre, pero que aún así se trata de eventos muy raros e infrecuentes», afirma la FOP en una nota de prensa.
Por este motivo afirma que lejos de los 38 ataques de oso pardo en la Cordillera Cantábrica en los últimos años cifrados en el informe, la FOP apunta a que sólo han recogido y analizado información de diez ataques de oso desde 1950 en la Cordillera Cantábrica y uno en Pirineos, siendo el resto de los datos correspondientes a otro tipo de interacciones. «La información no es correcta y puede llevar a interpretaciones erróneas, teniendo consecuencias importantes sobre el apoyo social a la recuperación de la especie», afirma la FOP, que aseguran que desde que se inició el programa intensivo de seguimiento y censo de osas con crías en 1989, tan sólo se han documentado cinco ataques de osos a personas en la Cordillera, que se han producido en la zona oriental y han tenido un perfil similar: una carga rápida de un oso sorprendido por una presencia humana muy cercana, con ataque defensivo y sin ensañamiento. En un caso el oso defendía una carroña y otros dos casos se asociaban al consumo de alimentos de origen humano. Para la FOP «es importante aclarar esta confusión, para dejar bien sentado que se trata de fenómenos muy infrecuentes y que los osos pardos cantábricos no son agresivos».
Como el artículo resalta, hay más osos y personas en los montes que hace unos años, lo que incrementa las probabilidades de encuentros e interacciones, que se resuelven en la mayor parte de los casos sin consecuencias negativas. «Los osos suelen huir ante la presencia humana y sólo en raras ocasiones realizan cargas de advertencia al sentirse amenazados», afirman.
La FOP insiste en la necesidad de llevar a cabo una regulación adecuada de las actividades al aire libre en áreas oseras, especialmente del avistamiento de osos.