Picos traslada a Europa la merma de sus pastos y el conflicto con el lobo

maría carnero | león

Los ganaderos del Parque Nacional de Picos de Europa están realizando una recogida de firmas que se prolongará hasta el próximo mes de junio y con la que quieren dejar constancia ante el Parlamento Europeo de dos de los problemas más graves con los que tienen que lidiar. Por un lado, su eterno conflicto con el lobo que amenaza su cabaña ganadera, y por el otro la proliferación del matorral que está diezmando la superficie destinada a pastos, tal y como ha quedado reflejado en la última revisión de la Política Agraria Comunitaria (PAC), que ha aplicado nuevos coeficientes de admisibilidad de pastos que ahora tienen en cuenta la densidad de árboles y arbustos, y también las zonas rocosas y las pendientes.

Estos nuevos coeficientes se traducen en una drástica reducción de las zonas destinadas pastos, lo que supone un problema para alimentar al ganado, y también una fuente de ingresos menos para el sector, ya que no podrán solicitar ayudas para las superficies perdidas.

En el caso de la zona leonesa del parque, la que comprende los valles de Sajambre y Valdeón, la merma de los pastos es de hasta un 70%, tal y como confirmó el representante de los ganaderos en el Patronato, Juan Manuel González Piñán. Especialmente sangrante es el caso del valle de Sajambre, donde se han pasado de contabilizar más de dos mil hectáreas de pastos, a contar con menos de 700.

González Piñán denuncia la dificultad que tienen los ganaderos de Picos de Europa para solicitar que se realicen desbroces o quemas controladas que ayuden a frenar la proliferación de los matorrales. «Aquí no se hace nada, como es un parque nacional, las restricciones impiden este tipo de trabajos».

Esta situación supone además un elevado riesgo para los incendios forestales y también puede generar un conflicto sanitario. «Con una reducción tan drástica de las zonas de pasto nos vemos obligados a juntar las cabañas ganaderas», comenta el responsable del sector en la vertiente leonesa.

Por lo que se refiere al conflicto con el lobo, González Piñán confirmó que los ataques siguen siendo una constante en la zona leonesa del parque donde los controles poblacionales sólo se realizan durante la época de caza, y en zonas delimitadas por el parque nacional. «Cada vez hay más lobos, y este año en la zona leonesa sólo se han abatido dos, por lo que el resto campan a sus anchas, no sólo en los montes comunales, también se meten en las explotaciones particulares, donde son capaces de burlar la presencia de los perros y atacar al ganado que está recogido», explica.

Cansados de que tanto la dirección del parque nacional como la Junta de Castilla y León no tomen cartas para solucionar ninguno de estos dos problemas ya que «se escudan en las restricciones propias de este espacio protegido», los ganaderos han decidido llevar sus reclamaciones a Europa para defender la actividad ganadera en Picos de Europa.