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ECONOMÍA Y CAMPO

La falta de variedades devalúa el lúpulo leonés un 30 por ciento con respecto a la UE

Los productores demandan al Ministerio de Agricultura la creación de una mesa del sector

El lúpulo leonés se paga mucho menos que el europeo. JESÚS F. SALVADORES

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León

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A. Domingo | Redacción

Los cultivadores leoneses de lúpulo —que representan el 99,5% de la producción nacional— cobran por su cosecha un 30% menos que en el resto de la Unión Europea (UE), según explicó el presidente de la Sociedad Agraria de Trasformación Lúpulos de León, Isidoro Alonso, tras participar en Bruselas en el Grupo de Diálogo Civil del Lúpulo de la Comisión Europea. Alonso explica la diferencia en la investigación, que ha permitido «introducir nuevas variedades, mientras aquí hemos continuado con la Nugget». De esta manera, el precio medio del kilo de flor se sitúa en 5 euros por filo frente a los 3,20 de España, aseguró.

De ahí la preocupación de los cultivadores por conseguir un contrato para los próximos años —la SAT y Hopsteiner negocian el precio ahora— que les permita acometer la modernización del sector y que continúen los contactos con las administraciones para recabar ayudas.

Lúpulos de León ha mantenido recientemente una reunión con responsables de la Dirección General de Producciones y mercados Agrarios del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama), en la que ha expuesto la situación que afronta el sector desde que la multinacional Hopsteiner se hiciera con el 80% de la antigua Sociedad Anónima Española de Fomento del Lúpulo (SAEFL). «Nos mostraron el interés del ministerio por el aumento de la producción de lúpulo en España y se comprometieron a estudiar nuestras peticiones. Nuestra principal demanda es la apertura de una mesa del lúpulo en la que estén presenten los cerveceros, Hopsteiner y los cultivadores que permita atender las demanda de lúpulo en la medida de nuestras posibilidades», expuso el presidente de la SAT, que señaló que hasta ahora «la representación de los productores ante las administraciones públicas la ejercía la SAEFL».

Los cultivadores expusieron sus necesidades de modernización y la posibilidad de que el lúpulo pueda percibir ayudas de la Política Agraria Común (PAC) en la revisión de la última reforma, situación «más compleja». Alonso recordó que en la última convocatoria del ministerio de ayudas para el sector «no se cubrió el importe destinado, ya que el saber de antemano la cantidad, variedad y calidad de la producción no incentivaba al cultivador a invertir». El monopolio de Fomento del Lúpulo no incentivaba las mejoras, «de ahí la necesidad de una mesa sectorial en la que estén presentes todos los actores del sector», a fin de que fluya la información y exista mayor transparencia.

La necesidad de mejora más perentoria afecta a los secaderos. En un sector que utiliza la misma tecnología que las últimas dos generaciones este año se acometerán pruebas con energías alternativas como fuente de calor para los secaderos. En su mayor parte «disponen de quemadores de gasoil» y el gasto energético «supone el 50% del que precisa el cultivo». Alonso explicó que se van a probar calderas de biomasa y placas solares, tanto con el fin de aminorar el gasto energético como para ganar en calidad.

Los ensayos de nuevas variedades que anunció Hopsteiner para la campaña de este año —algunos agricultores ya han comenzado la poda y la labor se generalizará a partir del día 20— llegarán en mayo, «para evitar las heladas». Además, los cultivadores probarán otras variedades de patente libre para estudiar su adaptación a la zona.