El geoparque de la Valdería logra el primer impulso institucional para desarrollarlo

A. Domingo | Redacción

El Ayuntamiento de Castrocontrigo, las juntas vecinales del municipio —Nogarejas, Pinilla, Castrocontrigo, Torneros y Morla—, así como varias asociaciones vecinales han mantenido recientemente un encuentro con el geólogo leonés Javier Fernández Lozano —doctor en Geología por la Universidad de Utrech y originario de Castrocontrigo—, a fin de conocer el proyecto en profundidad y, posteriormente, mostrar apoyo a solicitar a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) la declaración del Valle del Eria como Geoparque, una figura que reconoce la Unesco a territorios que presentan un patrimonio geológico notable y realizan un proyecto de desarrollo rural sostenible basado en su promoción turística.

Fernández Lozano, que ya ha expuso su plan a distintos ayuntamientos de la zona el pasado verano, apuntó ayer que el proyecto tardará tiempo en consolidarse y llegar al organismo de Naciones Unidades y señaló la necesidad de crear una infraestructura que permita mantener la declaración una vez pasados los cuatro años a los que se refiere ésta. El geólogo tratará de que se impliquen en este proyecto los municipios de Truchas, Castrocalbón, Santa Elena de Jamuz y La Bañeza. En cualquier caso «si no consiguiéramos el visto bueno de la Unesco, todo el trabajo realizado quedaría para los pueblos» que se unan a la iniciativa.

El proyecto trata de unificar los recursos de la zona en un proyecto que recibe el impulso de la Unesco, especialmente en sus promoción y permite el acceso a ayudas de la Unión Europea para sus sostenimiento. «Debe quedar muy claro que no es la panacea para el desarrollo de la zona, pero sí que supone un impulso a la actividad económica», apuntó el valedor del geoparque.

«El eje estrella del geoparque es el lago de Truchillas», uno de los Lugares de Interés Geológico Nacional inventariados en la provincia por el Instituto Geológico y Minero (Igme). Sin embargo, pese a que la importancia de los hitos geológicos «es fundamental, la Unesco no sólo considera éstos a la hora de otorgar la declaración. Influye bastante que se trata de una zona deprimida. La Cabrera siempre ha sido una comarca abandonada en la provincia, ya ha sufrido en los últimos años una importante pérdida de población —ha bajado de 6.000 a 2.000 habitantes— y lo mismo ha sucedido en el valle del Eria», explicó.

Además, en un geoparque también se impulsa «la riqueza natural y cultural» con el fin de fomentar la llegada de visitantes. La extensión propuesta del ya denominado Geoparque del Valle del Eria es de unas 75.000 hectáreas, con puntos de interés, como el Museo Arqueológico de Castrocalbón, el Alfar-Museo de Jiménez de Jamuz, el Museo de las Alhajas en la Vía de la Plata y el Citba de La Bañeza, el Museo de la Resina, el del chocolate y otros, como puntos de interés cultural, a los que se añadirían la arquitectura tradicional cabreiresa, así como los valores naturales de la Zepa y LIC de la Sierra del Teleno.

MARCA DE CALIDAD

Fernández Lozano quiso destacar que la declaración «no supone ningún tipo de restricción sobre las actividades económicas de las zonas rurales», de manera que los aprovechamientos forestales, las actividades ganadera y agrícola y recursos como la caza y la pesca «no se verán afectados», como sucede con otras figuras de protección del medioambiente, en concreto los parques naturales- En este sentido, los habitantes de la zona «no tienen nada que temer», destacó. También apuntó que los geoparque suponen un apoyo a la producción local, ya que «la miel, el queso, el chocolate y otros productos originarios del parque se pueden utilizar como sello de calidad el del geoparque».

El siguiente paso consiste en que los pueblos «cataloguen su patrimonio, para, después, establecer prioridades para vertebrar el geoparque», a medida en que se vayan produciendo las reuniones con los diferentes ayuntamientos que se ha pensado incluir.